Adquisición de información
En lo que respecta a la adquisición de información, Amponsem distingue las siguientes vías o medios de adquirir información:
Procesos internos de adquisición de información: en este caso, la información es internamente generada en la organización. Por otra parte, la forma en que la información es adquirida, interpretada y comunicada dentro de la organización está muy condicionada, según Amponsem, por el sistema de aprendizaje instituido en la misma.
Colaboración formalizada: la información también puede obtenerse a partir de la interacción con otras organizaciones con las que se establecen acuerdos formales de colaboración, que pueden tomar diversas formas ( joint-ventures, acuerdos de investigación, transferencia de tecnología, esfuerzos conjuntos de benchmarking, etc.).
Colaboración no formalizada: cuando la información se obtiene gracias a la interacción con otras organizaciones, con las que no existe ningún acuerdo de colaboración. Es el caso de la adquisición de información aportada por los clientes, los proveedores, los competidores u otras entidades con las que la organización entra en contacto y conforma redes de relaciones informales.
Ingeniería inversa: en este caso, la organización obtiene información de otras organizaciones que no están dispuestas a colaborar con la misma. La actividad orientada a adquirir información en condiciones de no colaboración suele rozar el límite entre la imitación legal, a través de los esfuerzos orientados a replicar los productos o las prácticas comerciales de otras organizaciones, y el espionaje industrial.
Isomorfismo con el entorno: consiste en la adquisición de información forzada por la presión ejercida por agentes externos, tales como instituciones políticas, económicas, sociales o culturales. A diferencia de los casos anteriores en los que la organización asume un papel totalmente activo en la búsqueda de información, en este caso, su papel es absolutamente pasivo, pues la información no es buscada por la misma, sino aportada por entidades externas que le obligan a absorberla.
Cabe destacar el hecho de que, por una parte, dicha autora identifica el Aprendizaje Organizativo con el proceso de conversión del conocimiento individual en organizativo y, sin embargo, por otra parte, desarrolla un modelo del proceso de aprendizaje organizativo centrado exclusivamente en el procesamiento de información.
Esto es criticable por la confusión existente entre los conceptos de información y conocimiento. El modelo de Amponsem es más un modelo de conversión de información que de conocimiento, y no termina de aclarar cómo el conocimiento individual se convierte en organizativo.
Finalmente, indicar que Amponsem analiza en su trabajo cuál es el papel asumido por la alta dirección en el proceso de aprendizaje organizativo, llegando a la conclusión de que éste es crucial en todas las etapas o fases del mismo.