Profilaxis antibiótica

Finalidad de la profilaxis antimicrobiana

La profilaxis antibiótica tiene como finalidad la prevención de la infección, este riesgo se incrementa cuanto más se contamine el campo quirúrgico o de atención, siendo necesario realizar tratamiento profiláctico de la infección en cirugías limpias contaminadas y contaminadas y tratamiento de la infección en cirugías sucias.

Además, una adecuada técnica de trabajo colabora con la reducción de la aparición de infección. La antibioterapia de elección varía entre derivados de la penicilina con inhibidores de las betalactamasas (amoxicilina-clavulánico, ampicilina-sulbactam),cefalosporinas de segunda o tercera generación, quinolonas o clindamicina.

La finalidad de la profilaxis antibiótica en cirugía es prevenir la posible aparición de infección a nivel de la herida quirúrgica, creando un estado de resistencia a los microorganismos mediante concentraciones antibióticas en sangre que eviten la proliferación y diseminación bacteriana a partir de la puerta de entrada que representa la herida quirúrgica.

Indicaciones de la profilaxis antimicrobiana

La profilaxis está indicada siempre que exista un riesgo importante de infección, ya sea por las características mismas de la operación o por las condiciones locales o generales del paciente. Entre los factores que van a determinar la posibilidad de aparición de la misma destacan el tipo y tiempo de cirugía y el riesgo quirúrgico del paciente
por su comorbilidad (riesgo ASA):

– diabetes,
– nefropatías,
– hepatopatías (cirrosis),
– cardiopatías, terapéuticas inmunosupresoras (corticoides, radioterapia, quimioterapia, infecciones previas con antibioticoterapia no bien conocida o racionalizada).

Intervenciones menores en pacientes sanos no requieren profilaxis.

Selección de los pacientes que requieren profilaxis

Las pautas actuales recomiendan el uso de antibióticos preventivos antes de ciertos procedimientos dentales para personas con:

– válvulas artificiales en el corazón
– una historia de endocarditis infecciosa
– un trasplante de corazón que desarrolla un problema en las válvulas del corazón

las siguientes condiciones cardíacas congénitas (presentes desde el nacimiento):

– cardiopatías congénitas cianóticas sin reparar o incompletamente reparadas, incluyendo a aquellos que tienen derivaciones y conductos paliativos
– un defecto cardíaco congénito completamente reparado con un material protésico o con un dispositivo protésico, colocado ya sea mediante intervención quirúrgica o por catéter, durante los primeros seis meses después del procedimiento
– cualquier defecto cardíaco congénito ya reparado con un defecto residual en el sitio o adyacente al sitio de un parche prótésico o de un dispositivo protésico.

Consulte a su cardiólogo si usted no está seguro si pertenece a una de estas categorías.

Las personas que tomaban antibióticos profilácticos en el pasado pero que ya no los necesitan son aquellos con:

– prolapso de la válvula mitral
– enfermedad reumática del corazón
– enfermedad de la válvula bicúspide
– estenosis aórtica calcificada
– enfermedades congénitas del corazón (presentes al nacer) tales como defecto septal ventricular, defecto del tabique auricular y cardiomiopatía hipertrófica.

Converse con su dentista para ver si estas pautas podrían estar indicadas en su caso.

Fuentes: scielo.isciii.es y ada.org