Errores que se cometen al emprender
Creer saberlo todo es el mayor error que se puede cometer al crear una empresa. Emprender es una historia constante de aprendizaje y superación, de subidas y bajadas. A continuación se brindan algunos de los fallos más comunes que se cometen al emprender.
1. A vueltas con la burocracia. Una de las principales cuestiones que se plantean al crear una start-up es cómo llevar las cuentas y el tema de la administración. Muchos cofundadores optan por llevar la contabilidad y toda la gestión de documentos ellos mismos. Sin embargo, esto puede quitarnos un tiempo clave para desarrollar otras tareas vitales para la empresa. “Si lo hacemos nosotros no podemos hacer otras cosas”, recuerda de Pinedo.
2. Amiguismo al contratar. Es normal que en principio queramos contar con personas de confianza para formar parte de nuestra start-up. El amiguismo no es algo que se produzca solo en las grandes multinacionales, sino que también se da en pequeños negocios, sin embargo, según recuerda Chacón, “no es cuestión de fichar amigos, hay que buscar entre las personas más preparadas que te vayan a ayudar a hacer crecer el negocio”. Nos puede costar salir de la zona de confort, pero no hay que tener miedo al cambio. Despedir a nuestra pareja o mejor amigo, puede ser muy duro.
3. Química entre socios. La pega de contratar a desconocidos es la incertidumbre de no saber si habrá conexión. “Puede que esa persona lo haya dejado todo por tu start-up, pero a la hora de buscar socios hay que hacer las cosas por fases para ver si se encaja. Cuando metes a alguien en una compañía es como un matrimonio Tienes que rozarte con esa gente”, subraya Rabanal. Un error puede ser meter a esa persona en la participación de la empresa de sopetón y sin vuelta atrás. Hay opciones como dar opciones o participaciones dependiendo de si la permanencia alcanza cierto timpo.
4. Búsqueda temprana de inversores extranjeros. A veces buscar financiación fuera muy pronto es un fallo cuando solo operas desde España. Aitor Grandes asegura que “Muchos venture capital no invierten en start-ups que tienen la sede en España. Solo suelen invertir en empresas inscritas en EE.UU o Reino Unido”. Para buscar fondos en el exterior lo mejor puede ser tener una persona o división en ese país.
5. Cuidado con los proveedores clave. La confianza sin reservas o la dependencia desmesurada de un trabajador externo o proveedor puede arruinar nuestra start-up si esa persona o compañía nos deja tirados. En el caso de las empresas digitales, depender demasiado de un programador de fuera puede ser nefasto. “Mucho cuidado, porque pueden dejarnos vendidos”, cita Chacón.
6. Enredarse en las ayudas públicas. Intentar gestionar las ayudas públicas uno mismo también puede ser contraproducente. “Hay intermediarios que se dedican a ello por una comisión”, recuerda de Pinedo.
7. Soberbia y pérdida de la realidad. Pensar a lo grande a la hora de fundar una start-up está bien y prever su escalabilidad es aconsejable, sin embargo, no hay que tener soberbia y solo pensar en el sobredimensionamiento. “A veces es mejor tener algo pequeñito que vaya teniendo facturación”, señala Grandes.
8. Dependencia unívoca en marketing. No hay que atarse a una sola fuente para darse a conocer. Lo mejor es explorar varias estrategias: agencia de comunicación , presencia en redes sociales, SEO, SEM, etc.