¿Cómo eliminar la germinación de las malas hierbas?
No se puede evitar dejar de regar el pasto, para que no salga la mala hierba, esto provocaría solo la muerte del mismo lo que debes hacer es que cuando salga este tipo de hierba matarla con un herbicida.
Aplica una porción orgánica o enmienda de arena si es necesario.
Esto en la mayoría de los casos tampoco no se suele hacer, pero en algunos suelos sí es muy necesaria, esta porción orgánica (estiércol, mantillo, turba, etc.) se hace para mejorar una tierra que es muy mala o para mejorar el drenaje de suelos arcillosos.
La enmienda con arena se hace en caso de que el suelo sea muy arcilloso y por tanto, haya que mejorar su drenaje, su capacidad de evacuar agua en profundidad.
Labra el suelo a una profundidad de unos 30 cm.
Esta labor la puedes hacer con azada o con motocultor:
– Azada, siempre que sea una superficie pequeña.
– Motocultor o motoazada o tractorcito o «mulita» o rotavator (máquina que sirve para remover la tierra).
Abonar el suelo a fondo
Como abono de fondo puedes emplear 5 ó 6 kilos por cada 100 metros cuadrados de fertilizante complejo 15-15-15 (este abono incluye nitrógeno, fósforo y potasio).
Nivela el suelo
Con el rastrillo y quitar las piedras, plásticos, palos y todos los residuos que salgan.
Siembra
Con la mezcla elegida o bien, planta tapetes o bien mezclar semillas en dosis normales de unos 35-40 gramos de mezcla de semillas por cada metro cuadrado.
Época de mejor siembra
La mejor época es en primavera u otoño, verano y, en climas cálidos, incluso en invierno.
Siembra a mano
La siembra se realiza echando las semillas a mano, al paso. Lo que hay que procurar es distribuir uniformente las semillas.
Se debe esparcir antes de sembrar por la superficie unos puñados de semillas para localizar los nidos de hormigas. Éstas se llevarán el cebo y siguiendo el rastro darás con dichos nidos. Allí aplica un producto antihormigas.
Rastrilla superficialmente para enterrar las semillas.
Moviendo el rastrillo de delante hacia atrás y avanzando. Con que queden ligeramente tapadas por la tierra es suficiente.
Inmediatamente después de rastrillar y enterrar la semilla, para poner en contacto la tierra con éstas, es muy beneficioso para favorecer la germinación de las semillas.
Riego
Una vez que se ha sembrado, debe regarse de 2 a 4 veces por día. La cama de siembra debe estar húmeda de 2.5 a 5 centímetros de profundidad. Cuando las plantas llegan a los 2 centímetros de altura debe reducirse la frecuencia de riego gradualmente, y regar en cambio, más profundamente.
Si llueve no se riega.
Tratamientos fungicidas preventivos
Las siembras en primavera y verano tienen el riesgo de que las semillas recién germinadas sean atacadas por hongos. Para evitarlo, es bueno hacer un tratamiento preventivo con fungicida de amplio espectro cuando tienen 2 ó 3 hojas. Repetir el tratamiento al cabo de 10 ó 12 días.