Síndrome metabólico
Concepto
Se denomina síndrome metabólico a la conjunción de varias enfermedades o factores de riesgo en un mismo individuo que aumentan su probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus. El síndrome metabólico es un grupo de cuadros que lo ponen en riesgo de desarrollar son:
- Hipertensión arterial
- Aumento de los niveles de azúcar
- Niveles sanguíneos elevados de triglicéridos, un tipo de grasas
- Bajos niveles sanguíneos de HDL, el colesterol bueno
- Exceso de grasa alrededor de la cintura
Causas
Los dos factores de riesgo más importantes para el síndrome metabólico son:
- Peso extra alrededor de la parte media y superior del cuerpo (obesidad central). El cuerpo puede describirse como «en forma de manzana».
- Resistencia a la insulina: el cuerpo usa insulina de manera menos eficiente que lo normal. La insulina se necesita para ayudar a controlar la cantidad de azúcar en el cuerpo. Como resultado, se elevan los niveles de grasa y azúcar en la sangre.
Otros factores de riesgo abarcan:
- Envejecimiento
- Genes que lo hacen a uno más propenso a sufrir esta afección
- Cambios hormonales
- Falta de ejercicio
Pruebas y exámenes
El síndrome metabólico está presente si uno tiene tres o más de los siguientes signos:
- Presión arterial igual o superior a 130/85 mmHg
- Glucemia (glucosa) en ayunas igual o superior a 100 mg/dL
- Perímetro de la cintura (longitud alrededor de la cintura):
- Hombres: 100 cm (40 pulgadas) o más
- Mujeres: 90 cm (35 pulgadas) o más
- Colesterol HDL bajo:
- Hombres: por debajo de 40 mg/dL
- Mujeres: por debajo de 50 mg/dL
- Nivel de triglicéridos igual o superior a 150 mg/dL
Tratamiento
El tratamiento sugerido es principalmente tener un estilo sano de vida, es decir, la restricción de calorías y la actividad física. Sin embargo, el tratamiento farmacológico es a menudo necesario.
La reducción de peso y el incremento de la actividad física conducen a la reducción efectiva de todos los factores de riesgo cardiovasculares al mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los beneficios de la disminución de la tensión arterial, disminución de los lípidos y control de la glucemia sobre la morbilidad y la mortalidad han quedado bien demostrados por ensayos clínicos controlados a largo plazo.