El trípode
Peso y tamaño
Estos dos aspectos tan importantes a la hora de los desplazamientos, dependerán sobre todo de la capacidad y necesidades de cada fotógrafo. Para hacer tomas en la montaña se buscará una mayor ligereza y menor tamaño que si se realizan fotografías en una ciudad, la cual ofrece más facilidad en el uso de transportes. Dependiendo del equipo que se utilice hay que tener en cuenta el peso máximo que es capaz de soportar.
Un término más relevante es la altura mínima y máxima del trípode. Si la primera no es suficiente supondrá un límite con respecto a ciertas tomas como por ejemplo de fotografías macro. Si la altura máxima es corta, también puede impedirnos salvar algunos obstáculos en la toma, o no captar en su totalidad la escena deseada. Además hay que tener en cuenta que, dependiendo de la estatura de cada individuo, este se acostumbra a tener una visión del los espacios y tomas fotográficas que se puede ver limitado o resultar incómodo si el trípode no es capaz de colocar la cámara a la altura de su ojos.
Cabezal
Existen diferentes tipos, de bola, de cremallera, de joystick, 3D, etc. Aquí también es importante la funcionalidad que se le vaya a dar al trípode, así como las habilidades del fotógrafo. Sin embargo, y en general, el más utilizado y más versátil es el de bola. Este permite la rotación sobre un único punto en todas las direcciones. Su tamaño es menor, al precisar únicamente de una palanca para el bloqueo, algo que también lo hace mejorar en rapidez con respecto a otros modelos.
Es frecuente en ocasiones que el trípode no incluya el cabezal, o rótula, y sea necesario comprarlo a parte. Es importante tenerlo en cuenta, ya que la propia colocación de este, y dependiendo del modelo, aumentará la altura final de la cámara con respecto a las medidas que se ofrecen a priori del trípode
Estabilidad
Los trípodes pequeños que incluyen muchas secciones suelen atraer a la mayoría de fotógrafos aficionados. Sin embargo esto resta estabilidad al mismo. Es preferible comprar un trípode con dos o tres secciones como máximo y de mayor tamaño si no se quiere tener problemas de estabilidad en un futuro
Tipología
– Minitrípode. Son los más económicos, normalmente dirigidos hacia el sector de aficionados de la fotografía. Su principal ventaja es la facilidad de transporte en terrenos que pueden presentar dificultades como por ejemplo cuando se practica senderismo o en viajes. Son ideales para su uso con cámaras compactas y muy habituales para fotografías de grupo en las que nadie quiere quedarse sin aparecer. Su principal problema es que su pequeño tamaño hace necesario encontrar una superficie donde poder colocarlo.
Existen al mismo tiempo dos tipos de minitrípodes. Los que tienen patas rígidas y por lo tanto ofrecen mayor estabilidad y los que presentan patas flexibles y ofrecen más capacidad de creatividad.
– Tiltpod. De reciente creación, ofrecen una nueva forma de tomar fotografías con cámaras compactas. Se trata de una base de plástico antideslizante, que incluye un encaje magnético para colocar la cámara atornillada. Al tratarse de un encaje circular se puede mover la cámara hacia diferentes ángulos. Para algunas cámaras compactas que no incluyen la rosca del trípode en la parte central, se ofrece la posibilidad de utilizar un botón metálico adhesivo, para colocarlo en dicho centro.
– Monopies. Representan un punto de apoyo, ya que la cámara la sigue manteniendo el fotógrafo. Se utilizan en situaciones muy específicas, como en la fotografía deportiva.
– Semiprofesional. Se pueden diferenciar también dos tipologías, los de gama baja, más usuales entre el gran público, y otros trípodes domésticos que se defininen como de gama alta. La principal diferencia entre ambos radica en la calidad de los materiales, y en el control que tiene el usuario del trípode. Muchos de estos modelos suelen incluir el cabezal unido al cuerpo del trípode, o al menos dentro del pack de venta, lo que facilita la compra por parte del usuario. Pueden ser una buena opción para iniciarse en la fotografía con trípode, por su bajo precio, aunque el aprovechamiento posterior puede plantear algunos límites, además de la posibilidad de rotura en trípodes de gama muy baja.
– Profesional. Su precio es mucho mayor de lo habitual, ya que están dirigidos a especialistas en el sector. A pesar de ello son los más recomendables, por ladurabilidad que ofrece el material con el que están fabricados y la cantidad de posibilidades de manejo y control sobre la toma. Esto siempre y cuando se cuenta con una cámara réflex profesional, sino el desaprovechamiento sería excesivo.