Pecados capitales del emprendedor

Así los describe Mathieu Carenzo director ejecutivo del CEFIE, no existe una fórmula mágica que garantice el éxito a los emprendedores. La experiencia de la escuela de negocios IESE en el apoyo a los emprendedores permite definir los pecados capitales que todo emprendedor debería evitar.

1) Emprender en solitario
Es imposible saberlo todo. Por lo tanto, no hay que preocuparse tanto por lo que no se sabe como por no poder contar con un buen equipo de colaboradores. Rodearte de los mejores profesionales a los que puedas acceder, reducirá tus lagunas y ampliará el horizonte de conocimiento y experiencia de tu negocio.

2) Confiar demasiado en las corazonadas
No hay duda de que la intuición es importante para emprender. Sin embargo, resulta todavía más crítico analizar en profundidad, de forma sistemática y realista, si esa corazonada es realmente una oportunidad de negocio.

3) Encerrarse en una burbuja
Crear tu propia empresa puede ser a veces un esfuerzo solitario; pero nada resulta más inspirador que compartir nuestra idea de negocio con otros empresarios experimentados. Integra su feed-back en tu proyecto.

4) Dejar de desarrollar competencias directivas 
Puede que seas realmente brillante en un área, pero probablemente todavía tendrás mucho que aprender en tu faceta como empresario-directivo. Hay que seguir mejorando tus competencias como líder para cultivar tus capacidades directivas y desarrollar tu empresa a largo plazo.

5) Concentrarse demasiado en la visión
La ambición es la gasolina del emprendedor. Fundar una empresa es una tarea titánica. Mantén tu cabeza en el cielo, pero no dejes de poner los pies sobre la tierra (trabajo, trabajo y trabajo).

6) Resistirse al cambio
Si la visión estratégica que definiste con tanto trabajo al principio del proyecto no está funcionando… Sé flexible y prepárate para adaptarla utilizando la información y la experiencia que te brinda el mercado. No temas al cambio.

7) Pensar que te harás rico rápidamente 
Ten paciencia. En la mayoría de los casos, los emprendedores no consiguen grandes beneficios de la noche a la mañana. Los beneficios pueden tardar y quizás, durante un tiempo tu retribución es incluso menor de lo que ganarías trabajando para otros. Pero la experiencia nos dice que a largo plazo emprender merece la pena.