Evolución teórica del anarquismo
Entre los autores que pretendieron crear una concepción científica del mundo y de la evolución social desde una perspectiva anarquista destacan Piotr Alexéievich Kropotkin, que se autodefinía como un comunista anarquista, y la estadounidense Emma Goldman.
A partir de la década de 1940 los anarquistas sufrieron una dura persecución por parte de los grupos políticos de izquierda internacionalista radical vinculados a los partidarios de Stalin y sus aliados. Un autor como Manuel Leguineche, estudioso de los avatares de la Resistencia francesa, ha estimado en El precio del paraíso, después de recabar multitud de informaciones y testimonios directos, que tras la derrota de la II República española, los defensores de la Francia Libre capitaneada por el general De Gaulle eran anarquistas españoles, hasta conformar casi el 60% de la organización que luchó contra los invasores nazis.
Un carro de combate tripulado por anarquistas españoles (el ‘Guadalajara’) fue el primero en entrar en 1945 en el París liberado de la Ocupación alemana, como Ernest Hemingway atestiguó en sus crónicas. Una síntesis de ‘socialismo real’, como se denominaba a la política mantenida entonces por la Unión Soviética, y de sincretismo utópico que integraba las posturas ideológicas más radicales, originaba el llamado ‘sesentayochismo’ (1968), de marcado cuño libertario anarquista.
De este modo, líderes estudiantiles como los hermanos Cohn-Bendit, jóvenes sindicalistas procedentes del marxismo-leninismo como Rudi Dutschke, filósofos de la Escuela de Frankfurt que lograron huir del nazismo (Herbert Marcuse, Theodor W. Adorno, Max Horkheimer, entre otros), existencialistas como Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Simone de Beauvoir y heterodoxos en la órbita del comunismo como Louis Althusser, Nicos Poulantzas y los trotskistas Alain Krivine y Ernest Mandel, además de intelectuales críticos como Noam Chomsky, Angela Carter, Norman O. Brown o Kurt Vonnegut configuraron un espacio ideológico amplio que revitalizó el ansia irrenunciable de los defensores de la anarquía, entendida ésta como sinónimo del ‘orden más perfecto posible’ para la humanidad.