Preguntarse ¿por qué no?

Siempre hay que hacerse preguntas en torno a lo que uno hace y de cara a la innovación una de las más importantes es sobre la posibilidad o no de llevar algo a cabo.

Un elemento fundamental de la innovación es preguntarse: «¿por qué no?».

Hay que eliminar las reglas del juego que hasta ahora se han considerado imprescindibles.

Eliminar las restricciones heredadas que existen en un mercado.

Poner en cuestión la forma en que siempre se han hecho las cosas en un determinado sector.

En ese sentido, hay que explotar las orillas del negocio. Para que una empresa pueda crecer: o bien se crean nuevos productos y nuevos mercados o bien hay un crecimiento creativo.

Otra buena pregunta es: «¿cómo puedo desarrollar de forma totalmente creativa mi conocimiento?». Pero previamente la cuestión clave debe ser: «¿Qué hago bien?«.

Aquí puede ser importante la generación de parejas conocimiento/marca, que deriven en otra pareja virtuosa como es la de conjuntos de unidades de negocio/conjunto de conocimientos?