Factores psicológicos en el exceso de peso

Se puede decir que son los grandes olvidados. Si bien es cierto que la mayoría de la gente que consulta por exceso de peso come excesivamente en relación con lo que gasta, a menudo la causa de esta alimentación desordenada son problemas psicológico.

Los individuos obesos suelen tener un cierto trastorno de la percepción de la ingesta real de alimentos, por lo que infravaloran la cantidad de alimentos que toman a la vez que supravaloran su actividad física.

Los estudios científicos realizados indican que la mitad de las personas que padecen una obesidad importante tienen enfermedades psiquiátricas. Por ello, si al plantear una dieta sólo nos fijamos en lo que se come y no en por qué se come en exceso, el fracaso está servido. Se puede incluso perder peso mientras se siga la dieta, pero al abandonarla, se volverá a recuperar fácilmente. Para evitar estas recaídas de peso, hay que intentar identificar los posibles problemas psicológicos escondidos que favorecen la sobrealimentación, ya que sólo después de conocerlos y asumirlos es posible cambiar la conducta alimentaria, reducir peso y, así, mejorar la calidad de vida. Es más, cuando una persona restringe su ingesta con una dieta muy estricta, entonces la comida se convierte en una verdadera obsesión y puede aumentar la ingesta de forma compulsiva.

Aunque es cierto que la principal finalidad de la comida es proporcionar energía para vivir, no es la única. La gente no come sólo para sobrevivir, sino que la comida también satisface otras necesidades y otros aspectos. La gente también come por placer o buscando una sensación de segurida, otras veces comen por stress porque están deprimidos o angustiados, por placer… Por lo tanto, para corregir la ingesta excesiva una persona obesa o con sobrepeso tiene que descubrir cuáles son las razones y las funciones que está satisfaciendo con la ingesta.

Durante años, a las personas con exceso de peso se les ha dicho: «come sólo cuando tengas hambre«. Ello es completamente erróneo. No hay una clara separación entre las razones fisiológicas (hambre) y emocionales (ansiedad, tranquilidad o placer) que nos inducen a comer. Es decir, a veces se produce una falsa sensación de hambre debido a diferentes necesidades psicológicas.

Por lo tanto, es muy difícil, para una persona con sobrepeso decidir si tiene una necesidad física real para comer. Descubrir las razones por las que se come en exceso, hacerles frente y encontrar una estrategia práctica para modificarlas contribuirá sobremanera a que pierda los kilos que se haya fijado como meta.