Profesión y profesionistas

La profesión es una capacidad cualificada, requerida por el bien por el bien común con peculiares posibilidades económico-sociales.

Vale la pena hacer un análisis para medir la dimensión y densidad de la profesión, porque esas son, exactamente, las medidas de la responsabilidad profesional.

– Capacidad. No decimos actividad por que un profesionista puede estar durmiendo o jubilado sin perder nada de su carácter. Además esevidente que, ni excluimos uno de los términos, ni los contraponemos; por la sencilla y clásica razón de que la actividad es la manifestación y la ley de la capacidad, ya que “la capacidad se especifica por la actividad y, sin ella, decrece y se anula”.

– Cualificada. No de cualquier manera; sino a través de la preparacióncientífica y humanista de los estudios universitarios.

– Requerida por el bien común. Estamos afirmando dos cosas fundamentales Primero, que el bien común es la medida de la correlación “dignidad-actividad”. Así, no existe la profesión de “gangster”, usurero, coyote, etc. Entendemos sumariamente por bien común las mínimas condiciones de bienestar o perfección, individual y colectivo.

Segundo, que el bien común requiere la existencia de esa capacidad y actividad como un órgano esencial de la anatomía social a tal punto, que en el momento en que desaparecieran las profesiones, el mundo quedaría fulminado por una parálisis que anularía todas las conquistas de la civilización y de la técnica.

– Con peculiares posibilidades. En el desarrollo y evolución del mundo contemporáneo, la principal fuerza propulsora es la actividad y organización profesional. El impulso de perfección característico del género humano, exacerbado angustiosamente por nuestras generaciones, cuenta como la única seria probabilidad de realizarse y tonificarse naturalmente con la intervención decidida y definitiva de los profesionistas en todos los órdenes de la vida institucional.

– Económico-Sociales. Usamos dos palabras porquede hecho, el profesionista se beneficia e influye en los dos órdenes mencionados; no solamente cuando actúa con una finalidad deliberada y concreta, sino también cuando no se propone nada en especial.