Cáncer de próstata

Concepto

El cáncer de próstata afecta la glándula en el hombre que se encarga de producir el semen, líquido que nutre y transporta los espermatozoides. Si el cáncer de próstata es detectado en las primeras etapas es más fácil de curar. Algunos de los efectos secundarios de los tratamientos para éste son: ausencia de control de la vejiga, disfunción eréctil, y en algunos casos, impotencia.

Un tratamiento exitoso es más difícil de lograr si el cáncer se ha extendido hacia otras áreas. El cáncer de próstata es común en hombres de edad avanzada. Este tipo de cáncer es raro en hombres menores de 40 años.

Síntomas 

Algunos síntomas del cáncer de próstata incluyen:

  • Malestar en el área pélvica
  • Urgencia para orinar
  • Dificultad para orinar
  • Dolor al orinar
  • Flujo urinario débil o goteo
  • Sensación constante de tener que orinar
  • Necesidad frecuente de orinar por la noche
  • Sangre en la orina
  • Eyaculaciones dolorosas
  • Dolor en la parte inferior de la espalda, caderas, y muslos
  • Pérdida de apetito y peso
  • Dolor en los huesos

Causas

Sobre la base de las observaciones epidemiológicas se han sugerido cuatro causas principales del cáncer prostático:

1. Factores genéticos: Aunque existen indicios que involucran a los factores genéticos en la causa del cáncer prostático, es difícil separar estos factores de los factores ambientales. Estudios genéticos han mostrado que existe un gen específico del cromosoma 1 ó gen HPC-1 que aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata.

2. Factores hormonales: Varias estudios han sugerido que los factores hormonales pueden tener importancia en el desarrollo del cáncer de próstata. Éstos incluyen:

– La dependencia de las hormonas andrógenas (masculinas) de la mayoría de los cánceres de próstata.
– El hecho de que el cáncer prostático no aparece en los eunucos.
– El hecho de que el cáncer prostático puede ser inducido en ratas mediante la administración crónica de estrógenos y andrógenos (hormonas femeninas y masculinas).
– La frecuente asociación de cáncer prostático con áreas de atrofia prostática esclerótica.

3. Factores ambientales : Quienes emigran de regiones de baja incidencia a regiones de alta incidencia mantienen una baja incidencia de cáncer prostático durante una generación y luego adoptan una incidencia intermedia. También se han identificado varios factores ambientales que podrían ser promotores del cáncer de próstata. Éstos incluyen: – Dieta alta en grasas animales.
– La exposición al humo del escape de los automóviles.
– La polución del aire, cadmio, fertilizantes y sustancias químicas en las industrias de la goma, imprenta, pintura y naval.

4. Agentes infecciosos : Se ha considerado que los agentes infecciosos transmitidos por vía sexual podrían causar cáncer prostático, sin embargo, los estudios epidemiológicos, virológicos e inmunológicos han brindado resultados contradictorios. Los estudios epidemiológicos han sugerido un aumento en el riesgo de cáncer prostático asociado con un mayor número de compañeros sexuales, una historia previa de enfermedad de transmisión sexual, frecuencia del acto sexual, relación con prostitutas y edad temprana de comienzo de la actividad sexual.

Prevención

Para la prevención del cáncer de próstata debes considerar lo siguiente:

  • Tener una dieta balanceada.
  • Seguir un régimen físico.
  • Informarse respecto a medicamentos que pudieran atrasar el desarrollo del cáncer de próstata.
  • Hacerte exámenes periódicos.

Tratamiento

Este tipo de cáncer se desarrolla de forma muy lenta, provocando que, en muchas ocasiones, el tratamiento tenga que efectuarse durante un largo plazo de tiempo. Se debe destacar, sin embargo, que si el cáncer se detecta en su primera fase, cuando todavía se encuentra dentro de la próstata, el paciente puede tener una larga expectativa de vida. El tratamiento de la próstata depende básicamente del estado evolutivo de la enfermedad. – Cirugía. Procedimiento que consiste en la extracción de la glándula prostática entera y los tejidos ubicados a su alrededor. Algunas veces se extraen también los gánglios linfáticos del área pélvica (parte inferior del abdomen, localizada entre los huesos de la cadera). Este tipo de intervención, conocida con el nombre de prostatectomía radical, se puede llevar a cabo mediante dos tipos de procedimientos:

Prostatectomía retropúbica. La extracción se efectúa a través de una incisión en el abdomen.

Prostatectomía perineal. La intervención se lleva a cabo mediante una incisión en la área comprendida entre el escroto y el ano. – Radioterapia. Este tratamiento se puede combinar con el de la cirugía, ya sea para preparar la zona afectada para la extracción del tejido afectado o para intentar limpiar la zona después de la intervención quirúrgica. En este caso, se puede proceder de dos formas diferentes:

  1. Tratamiento interno (mediante la inserción cerca del tumor de un pequeño contenedor de material radiactivo). Se trata de un implante que puede ser temporal o permanente, y que al ser extraído no deja ningún tipo de rastro radiactivo dentro del cuerpo.
  2. Tratamiento externo (aplicación de las radiaciones a través de máquinas externas). Este procedimiento, que tiene una duración de 6 semanas (5 días a la semana), consiste en la orientación de las radiaciones hacia el área pélvica. –Terapia hormonal. La evolución del tumor está vinculada a la acción de la testosterona, una hormona sexual masculina. El tratamiento hormonal tiene como objetivo reducir los niveles de testosterona en el organismo o bien bloquear los efectos de esta hormona sobre la próstata. Observación permanente (efectuar controles frecuentes de la zona afectada). Se trata de la observación y vigilancia del estado del cáncer. Esta opción se recomienda especialmente a los pacientes mayores que sufren otro tipo de enfermedades que pueden deteriorar su salud.