Alimentos que no deben faltar en el refrigerador

Introducción

Los alimentos guardados en el refrigerador son perecederos y se han de comer y reponer en el plazo de unos días o muy pocas semanas. Tanto si se prevé estar un tiempo fuera de casa como si no se cocina con asiduidad, es útil disponer de un «fondo» y contar con unos alimentos básicos para improvisar una comida en pocos minutos.

Media docena de huevos

Los huevos no requieren unas condiciones especiales de conservación, si bien es aconsejable mantenerlos en el frigorífico para aumentar su vida útil y limitar con el propio frío el crecimiento de bacterias patógenas como la Salmonella. No pueden faltar, al ser alimentos completos desde el punto de vista nutricional y con múltiples posibilidades culinarias, permiten elaborar platos nutritivos y que sacian: tortillas, revueltos, huevos duros, crepes, pudings, o incluso, postres dulces como natillas o flanes.

Leche o bebida vegetal

Las cajas de leche o de bebidas vegetales abiertas suelen dar sorpresas desagradables si no se consumen. Más de 4 o 5 días después de abrirlas, se conservan mal. Pasar el contenido del tetrabrik a un recipiente de cierre hermético, como una botella de cristal, puede alargar su duración. No obstante, estos alimentos no se conservan en buen estado durante más tiempo de los días sugeridos. Ante la duda, es mejor guardar una caja cerrada.

Yogures

Asegurarse de que la fecha de caducidad de los yogures sea lo más alejada posible a la fecha de compra hace posible disponer de estos alimentos durante más tiempo en el frigorífico. El postre del menú o el tentempié de desayunos, almuerzos o meriendas también están garantizados con estos lácteos.

Jamón serrano y queso

Un paquete de jamón serrano en lonchas o una cuña de queso sacan de un apuro si se necesita componer un plato del menú o un bocadillo en un momento de emergencia. Envasados al vacío se conservan en perfecto estado en el frigorífico durante días y semanas, por lo que esta es la forma más aconsejable de guardarlos si se prevé una ausencia prolongada.

Bolsas de ensaladas

Los productos de quinta gama como las ensaladas envasadas, limpias y listas para el consumo, tienen un periodo de caducidad de unos 7 días en bolsa cerrada. Disponer de un par de bolsas en el frigorífico sirve de «comodín» para improvisar una nutritiva y fresca ensalada al retornar a casa.

Alimentos en conserva

Ya sean pescados, verduras o legumbres, los alimentos en conserva deben consumirse en cuestión de pocos días, una vez que se ha abierto el envase. Para alargar su periodo de vida útil desde unas horas hasta un par de días más, conviene pasar los restos de las conservas a un recipiente de cristal con cierre hermético.

Aguacate y frutas de piel dura

Las frutas y frutos de piel más dura -como el aguacate, las manzanas, las naranjas o los plátanos- aguantan más tiempo, por lo que se pueden conservar más días en el frigorífico. La piel del plátano ennegrece con el frío, pero este cambio  no afecta a su sabor ni a su calidad. Con un aguacate troceado se puede elaborar una ensalada más energética y muy nutritiva. El aguacate junto con maíz en grano, tomate y cebolla troceados y atún desmenuzado, da lugar a una mezcla original con la que aderezar el plato de pasta para ese día.

Zanahorias y cebollas

Son, las hortalizas más duraderas. Un ramillete de zanahorias y de cebollas frescas en el frigorífico permite disponer de estos saludables vegetales para improvisar platos bien diversos: ensaladas, cremas de verduras, salteados para mezclar con arroz, pasta o legumbres, etc.

Fuente: Consumer.es