Platillos sanos en minutos elaboración

Introducción

Además de ser fáciles de cocinar, son una interesante alternativa a los aperitivos con más grasas y calorías, como las patatas fritas, las aceitunas, las croquetas o los refrescos. La industria alimentaria ofrece al consumidor un amplio menú de productos ya elaborados y listos para su consumo o que requieren una mínima manipulación. Esta comodidad puede resultar útil en momentos puntuales, cuando se prioriza el tiempo que se quiere destinar a las actividades que no pasan por la cocina.

Ensaladas de quinta gama

Los alimentos de quinta gama se venden ya preparados y listos para un consumo inmediato. Las ensaladas envasadas en bolsa, lavadas, cortadas y listas para su uso son un ejemplo claro de este tipo de platos preparados. Conviene abrirlas y airearlas antes de comerlas para que se disemine el olor que desprenden al estar conservadas en «atmósferas modificadas». Algunos platos cocinados tan solo requieren abrir el envase y disfrutar del contenido, como arroces, ensaladas y platos de pasta, carnes o pescados cocinados, entre otros.

Legumbres y verduras en conserva

Aunque lo sugerido es comer las verduras lo más frescas posibles, además de que las legumbres cocinadas en casa con distintos aderezos son más sabrosas, las conservas al natural (en agua y sal) son un buen recurso para completar cualquier plato en pocos minutos.

Pescados en conserva o ahumados

Atún, bonito, caballa y sardinillas son los pescados en conserva más populares. Los hay en escabeche, en aceite y al natural, por lo que se puede escoger la preparación que más convenga al plato que se preparará. Los ahumados como la trucha, el salmón o el bacalao dan el contraste de sabor pronunciado a las recetas a las que se añaden.

Arroces y pastas

Son idóneos para comer una o dos veces por semana cada uno y permiten muchas variaciones de texturas y sabor.

Las frutas

Su consumo es fundamental para el organismo y, por ello, se recomienda comerlas a diario, más aún cuando son frescas y de temporada.

  • Se puede comenzar la comida con una ensalada de frutas con queso mozzarella. Lo más laborioso de esta receta es pelar y trocear las frutas, que no requiere más de 5 minutos. Para agilizar la comida, se llevan todos los ingredientes mezclados y se añade el queso en el momento justo de comer, junto con el aderezo.
  • Cualquier jugo de frutas que se haga con una sola fruta o con la mezcla de varias (ciruela con fresas; melocotón, manzana y limón; albaricoque, manzana y melocotón; zanahoria y naranja…) se deja listo en muy poco tiempo, sobre todo, si se dispone de licuadora. A modo de bebida refrescante e hidratante, se puede preparar cada día un zumo diferente para deleitarse después de un baño o un rato al sol.