Meritocracia en la educación

Introducción

Las sociedades están cambiando hacia un modelo informacional, el auge de las tecnologías de la información y la lectura del ADN, dan la pauta para comprender esta profunda transformación social; razones globales, competitivas y de supervivencia organizacional jalonan en cambio; ya no hay espacios para el amiguismo, el compadrazgo y el credencialismo; como señala Manuel Castells: “El control del conocimiento y la información decide quién tiene poder en la sociedad”, ingresando así a una nueva cultura meritocrática, ante la cual, los educadores debemos ser los primeros en asimilarla, vivirla y experimentarla junto a nuestros estudiantes.

La educación se globaliza, y no es lo mismo que una educación mundial existente desde el siglo XVI; una educación global es un modelo en donde todos los procesos funcionan como una unidad en tiempo real a lo largo y ancho del planeta, en donde los avances científicos, a través de flujos informacionales van y vienen; en donde las organizaciones, cada vez más, se interconectan y trabajan a través de nodos en redes; y en donde, los modelos pedagógicos se digitalizan posibilitando educación a distancia en asincronía o en tiempo real, teleconferencias, aulas virtuales, mind-tools y una nueva didáctica tan icónica como real. Pero más preocupante que los cambios globales en la educación, son las transformaciones sociales, para las cuales, las instituciones educativas deben formar.

Contexto global

Más allá de los análisis postindustriales de Alain Touraine -a finales de los sesenta- o de Daniel Bell -a inicios de los setentas- , circundados por: la emergencia del microprocesador (1971), la recombinación del ADN (1973), la creación del código UNIX (1974) y la computadora personal (1975), hoy descubrimos que la tecnología es más que ciencia y artefactos, es también tecnología social, organizativa y cultural; inclusive, ésta última, es condición sine qua non de la primera, dicho de otro modo: no puede haber desarrollo tecnológico si no están creadas los condicionamientos culturales, organizativos y sociales, y este condicionamiento depende de la educación parvularia, básica y media, inclusive del entorno familiar…

No obstante, en estos complejos tiempos de incertidumbres, migraciones y excesos informacionales, tal como lo señala el insigne profesor de Penn State University Henry Giroux, es importante comprender el valor de las condiciones cambiantes en la formación de las identidades híbridas mediatizadas por lo electrónico; esto supone que no es tan fácil trabajar educativamente con las creencias y valores de los jóvenes, lo cual es un reto para que los docentes no se vean desbordados. En síntesis las instituciones educativas deben impulsar nuevos condicionamientos sociales, culturales y organizativos en un entorno más hostil y complejo, pero, por si fuera poco, no bastan las metas tibias, permisivas y mediocres de cumplir los “mínimos”…

Conclusión

Meritocracia es la clave…; del latín Mereor, merecer, ser digno, hacer el esfuerzo; se trata de establecer un nuevo sistema de poder organizacional educativo basado en la eficiencia y eficacia, de cumplir los objetivos, metas y tareas con el máximo de calidad y excelencia, buscando la innovación, el aporte y la creatividad, y erradicando los “borradores”; pero este compromiso debe ser de toda la comunidad educativa, dirigentes, maestros y maestras, estudiantes, padres y madres.

Fuente: Diccionario educativo del Centro de Investigación Educativa (Colegio