Los caminos y canales de la información en la vieja escuela
En la cima de este sistema se encuentran las instituciones pedagógicas centralizadas que diseñan los planes de estudio, los métodos de enseñanza, los libros de texto y otros materiales curriculares, los cuales, tras recibir la aprobación del Ministerio de Educación, se distribuyen por todas las escuelas estatales.
El docente debe ceñirse a estos materiales y enseñar a sus alumnos hasta el último punto de este contenido preestablecido. A su vez, los alumnos deben memorizar esta información y repetirla en las pruebas de evaluación. Se asume, si bien no se menciona, que los docentes no tienen necesidad de agregar nada más a los materiales que las autoridades les han brindado.
El director de una escuela recibe los planes de estudio y los materiales diseñados por las autoridades educativas y los distribuye entre los docentes de cada materia. Luego cada docente organiza el contenido en cuotas diarias o semanales de acuerdo a la cantidad de horas con que cuenta.
La comunicación entre el docente y el alumno es principalmente oral. El apoyo visual del contenido consiste sobre todo en las fotos o ilustraciones que aparecen en los libros de texto. Existen muy pocas actividades prácticas que involucren herramientas o materiales “físicos”.
El docente es un orador, no un maestro que domina un arte, sea mental o manual. Además, existe muy poca comunicación entre docentes de distintas materias y muy pocos intentos de trabajar de forma conjunta para que el proceso de aprendizaje sea verdaderamente interesante y motivador. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.