Tiempos rígidos en la educación
Durante el tiempo establecido que dura una clase, el docente brinda a todos los alumnos (ya sea por vía oral, escribiendo en el pizarrón o mostrando fotos) un trozo de información. Todos los alumnos reciben la información de forma simultánea, por medio de un monólogo que se asemeja a una transmisión televisiva o radial.
Durante este proceso los alumnos deben mantenerse callados y quietos hasta que el docente haya terminado y les pregunte si han comprendido.Aquellos que no comprendieron levantan la mano y explican, cuando el docente les da la palabra, sus dudas.
Los docentes clarifican y vuelven a explicar varias veces más pero, por lo general, el tiempo apremia y nunca alcanza para aclarar las dudas de todos. Además, siempre hay uno o dos alumnos que no se atreven a levantar la mano y que prefieren no decir que no comprendieron. Uno tendería a pensar que aquellos alumnos que aún tienen dudas, pedirán ayuda a sus compañeros, sin embargo, esto no suele ser así, mucho menos en el contexto de la escuela tradicional.
Como todos sabemos, cualquier intercambio entre alumnos suele mirarse con desaprobación, ya que amenaza con perturbar los cimientos mismos de la enseñanza clásica (afortunadamente, existen docentes que se atreven a romper esta regla de oro). Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.