Elementos visuales de la comunicación oral

El elemento visual es tan importante en una clase tradicional como en otros tipos de comunicación oral. Por otra parte, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están transformando las clases presenciales.

Por ejemplo, en el caso de audiencias muy grandes, se puede capturar la imagen y el rostro del orador utilizando una cámara de video, ampliarse y proyectarse en una pantalla.

En algunas materias, las imágenes visuales son incluso más efectivas para transmitir el contenido de la clase que la información oral aportada por el docente. La mayoría de los oradores usan un pizarrón o un retroproyector, uso que resulta indispensable en algunas materias, como las matemáticas. Otros elementos visuales comunes son:

• escribir los puntos más importantes de la disertación en un pizarrón, con tiza o con marcador;

• escribir las derivaciones de fórmulas matemáticas y las fórmulas
matemáticas que acompañan una discusión sobre física, biología o economía;

• escribir fórmulas químicas y otros formalismos menos importantes;

• hacer dibujos y diagramas conceptuales;

• mostrar todo tipo de imágenes (pinturas artísticas, fotografías, páginas de libros, dibujos técnicos, mapas) e ilustraciones prefabricadas; y

• mostrar objetos y llevar a cabo ciertos procesos reales (como experimentos), si son lo suficientemente grandes como para que los vea una audiencia numerosa.

El equivalente tecnológico de este tipo de comunicación se basa principalmente en la proyección.

El uso conjunto de una computadora y un proyector abre nuevas posibilidades y genera una nueva cultura de comunicación oral, que va acompañada de imágenes en una pantalla.

El solo hecho de incorporar estas nuevas tecnologías a las clases tradicionales permite:

 combinar imágenes pregrabadas (incluyendo textos) con imágenes creadas durante la clase. Si fuera necesario, también pueden incluirse fragmentos de videos pregrabados, acompañados de sonido.

• descargar imágenes de objetos reales filmados con una cámara a una computadora o conectar la cámara directamente al proyector.

Esta tecnología favorece la visualización, y permite al orador ahorrar tiempo que puede dedicar a preparar su disertación. Sin embargo, el orador debe tener en cuenta lo siguiente:

• El texto que figura en la pantalla no puede ser excesivo.

• Las fuentes sans serif (como ésta) son más fáciles de leer en la pantalla.

• No lea el texto que figura en la pantalla; ese texto debe ser sólo un rótulo de lo que está diciendo.

• Permita que pase cierto tiempo entre cada diapositiva para que el público pueda absorber el contenido.

Suele ser útil entregar a los oyentes una copia impresa de todas las diapositivas de la presentación (para que sea menos costoso, pueden imprimirse seis diapositivas en cada página).

En una clase tradicional suelen necesitarse dos pantallas: una en la que se muestra la imagen ampliada del orador, y otra en la que se presenta la parte visual-textual del discurso.

Por supuesto, también es posible proyectar un video de una clase grabada previamente, colocando la imagen del orador en una parte de la pantalla y el material visual en el espacio restante, o simplemente utilizando la voz del orador mientras se proyectan otras imágenes. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.