Escritura de ensayos y citas
Como muchos docentes ya descubrieron, el uso de las TIC para la escritura de ensayos también presenta un aspecto negativo. En la década de 1990, se tornó cada vez más común escribir ensayos como sustituto de los exámenes estandarizados que se habían puesto de moda.
Por esa misma época, el uso de Internet comenzaba a extenderse y en pocos años los docentes se encontraron leyendo ensayos cada vez más parecidos.
Los estudiantes habían descubierto un nuevo método más fácil de escribir ensayos: bajarlos de Internet.
Este tipo de engaño llevó a la creación de todo un sistema e incluso a la comercialización de contramedidas para ayudar a los docentes a detectar las copias. Pero estas contramedidas, ¿son buenas o malas? No cabe duda de que copiar un texto sin citar la fuente no es correcto, pero la solución no es vigilar que cada frase sea única e irrepetible.
Esta situación puede verse de forma constructiva y utilizarla como una oportunidad de enseñar a los estudiantes a citar correctamente el trabajo de otros, que es, después de todo, la base del conocimiento.
Lo que los docentes deben buscar es la independencia y la originalidad del pensamiento. El hecho de que un alumno copie información de otro autor no debería considerarse como un pecado capital.
En un caso semejante, el docente debería decir: “Felicitaciones por encontrar información relevante. Ahora por favor dime lo que TÚ piensas sobre el tema, e incluye un enlace de referencia correcto”.
De esta forma, se premia lo que de otro modo sería una discusión inútil acerca de la letra impresa y se fomenta el pensamiento crítico como parte de la evaluación. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.