Computadoras portátiles
Algunas instituciones de enseñanza pueden darse el lujo de brindar a los estudiantes sus propias computadoras portátiles, livianas, pequeñas, a prueba de golpes, caídas y agua, y conectadas a la red dentro y fuera de la institución educativa.
Los notebooks de hoy en día:
• tienen sistemas operativos totalmente funcionales;
• son más costosas que las computadoras de escritorio;
• pesan aproximadamente 3 kilogramos y pueden dañarse si caen al piso; y
• son portátiles –pueden utilizarse en cualquier clase o momento en que se necesiten, no en el lugar donde está instalada en forma fija.
Las instituciones de enseñanza deberían considerar seriamente la posibilidad de adoptar el uso de computadoras portátiles.
Es cierto que cuestan casi el doble que las computadoras de escritorio, pero esta limitación no es tan grave si se consideran los costos de otros tipos de hardware, la instalación de redes, el software, el mantenimiento y la capacitación.
Además de su costo, hay otros factores que afectan negativamente el uso de las notebooks, como por ejemplo:
• daño material (al dejarlas caer o volcarles líquido encima);
• robo (por ser un objeto portátil y muy valioso); y
• falta de responsabilidad personal (en el caso de notebooks que son propiedad de la institución educativa).
Una solución sería almacenar las computadoras en una especie de carro que pueda guardarse en un lugar cerrado al final del día. Contar con algún tipo de carro o un vehículo transportable donde haya una computadora portátil, una impresora y un proyector de LCD, en un entorno de red, puede constituir una solución inteligente si los recur-sos de la institución son limitados.
Si se cuenta con solo un “carro tecnológico” para toda la institución, evidentemente el nivel de interactividad y de participación activa se verán limitados. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.