Las escuelas como parte de comunidades de aprendizaje más amplias

Una de las principales funciones de las instituciones educativas es brindar un entorno donde los estudiantes puedan diseñar y construir una cierta cantidad de mundos físicos y virtuales con los que interactuar, y a partir de los que acumular experiencias de aprendizaje directo.

Este “aprender haciendo” vincula la mente y el cuerpo, y permite conocer, recordar y poner en práctica lo que se aprendió.

Conectarse con el mundo exterior

Cualquier entorno de aprendizaje del tipo que acabamos de describir debe tener diversas conexiones con el mundo fuera del salón de clase, incluyendo equipos de manipulación y construcción que permitan modelar el universo, la sociedad y la tecnología, observar la naturaleza y realizar actividades productivas.

Estas conexiones deben extenderse a la consulta con científicos, ingenieros y artistas ilustres, y permitir invitar a figuras políticas y empresarios locales para hacer mesas redondas y trabajar con los estudiantes en proyectos de planificación. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.