Acceso ilimitado a la información
El advenimiento de las TIC ha fomentado, en algunos lugares, un consumo más pasivo de información, principalmente en forma visual, lo cual es comparable con la pasividad de mirar televisión.
Tenemos, también, el fenómeno de producción masiva de textos de baja calidad, que se consumen en grandes cantidades. Internet brinda la oportunidad de publicar cualquier tipo de material y de acceder a esas publicaciones sin el menor control.
Además, permite a los niños acceder a pornografía y a drogas, y también facilita el contacto con abusadores infantiles que se presentan como amigos virtuales.
¿Cómo puede la sociedad lidiar con una generación joven que dedica tanto tiempo a mirar televisión, a leer periódicos sensacionalistas y ahora también a navegar en sitios Web de mala reputación? ¿Qué se ha hecho hasta el momento?
Las respuestas que ofrecen algunas personas no son demasiado alentadoras. Se han propuesto e introducido restricciones, tanto en los hogares como en las instituciones educativas.
Por ejemplo, hay escuelas donde las computadoras no tienen disqueteras para evitar que los estudiantes descarguen juegos (y virus). Hay servicios de Internet específicos que se pueden contratar para restringir el acceso de los estudiantes a sitios Web peligrosos y polémicos.
Sin embargo, estas restricciones son realmente eficientes sólo si los estudiantes crecen en una atmósfera de libre elección cultural y se les alienta a decir no, o sea, a rechazar algo por su propia voluntad.
Por lo tanto, la respuesta es la misma que en el caso de las drogas: una combinación de restricciones tecnológicas y controles junto con los principios morales, las tradiciones y la cultura. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.