Hiperestructuras de información
En muchos casos (por ejemplo discursos orales, películas y materiales impresos) las piezas de información se organizan de forma lineal y secuencial, esto es, una frase, un episodio, una página o una entrada en la enciclopedia después de otra.
Por otro lado, la memoria y el pensamiento humano están organizados esencialmente de forma conexionista no consecutiva (no lineal).
En algunos casos, las personas superan esta contradicción colocando los objetos de información en un diagrama con flechas y conexiones, o colocando referencias, enlaces o notas al pie para el lector interesado.
En una enciclopedia, por ejemplo, las palabras marcadas en cursiva tienen un enlace que transporta al lector a otros artículos
relacionados. También brindan estructura al texto, introduciendo capítulos y párrafos.
Cuando accedemos a información a través de una computadora, podemos pasar de una referencia en un artículo a otro artículo (incluso de otro libro) en un instante. Además, la referencia puede llevarnos a otra computadora incluso a otro continente tal vez todavía no en un instante, pero bastante rápido.
Lo que llamamos estructura hipertextual, que es fácil de manejar en términos técnicos, cubre estructuras de referencia previas al uso de la computadora y corresponde de forma natural al pensamiento humano.
Pueden hacerse todas las conexiones relevantes posibles, permitiendo a cualquier persona hacer asociaciones, establecer relaciones lógicas y crear redes de significado con múltiples capas, de acuerdo a los patrones de pensamiento individuales.
Cuando extendemos esta idea a otros tipos de información desde textos hasta imágenes, videos y sonidos, por ejemplo obtenemos objetos hipermedia, o hiperobjetos, que conectan no sólo diversas fuentes sino también diferentes modalidades de información.
La referencia puede, por lo tanto, transportar al lector de un mapa gráfico a un archivo de sonido. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.