Lo que ocurre en la escuela
El enfoque centrado en la función de producción ignora en gran medida la manera en que el proceso de aprendizaje y enseñanza –es decir, la interacción creativa que se da en el aula– influye en la calidad de la educación.
Por eso, una nueva escuela de investigadores interdisciplinarios ha empezado a centrarse en el porqué de la eficacia de las escuelas. Sus trabajos ponen de relieve que los centros docentes de primaria donde se obtienen buenos resultados reúnen, por regla general, las siguientes características:
– un sólido espíritu de liderazgo;
– un entorno de la escuela y las aulas donde reinan el orden y la seguridad;
– un esfuerzo centrado en la adquisición de las competencias básicas;
– unas expectativas altas por lo que respecta a los resultados de los alumnos;
– y una evaluación frecuente de los progresos realizados.
No obstante, esos trabajos sólo logran explicar una parte relativamente poco importante de la variación de las adquisiciones de conocimientos en los países ricos.
El origen familiar, la experiencia preescolar y otras diferencias difíciles de calibrar siguen siendo importantes. Cabe señalar que, una vez más, los resultados a este respecto son más concluyentes en lo que se refiere a los países en desarrollo, donde los tiempos lectivos suficientes, los libros de texto y materiales pedagógicos adecuados y la calidad de los docentes desempeñan un papel más evidente en la mejora del aprovechamiento escolar de los alumnos.
Este conjunto de trabajos de investigación muestra también que la forma en que los docentes emplean su tiempo de trabajo tiene una repercusión importante en los resultados del aprendizaje.
Los métodos pedagógicos estructurados dan muy buenos resultados, sobre todo con los escolares menos capaces de primaria y, en un plano más general, en los cursos superiores.
Esos métodos exigen que los docentes definan claramente los objetivos y las secuencias de las tareas de aprendizaje, previendo además tiempo suficiente para las preguntas. El agrupamiento de alumnos por nivel de aptitud funciona bien para el aprendizaje de determinadas competencias, en particular la lectura y las matemáticas.
No todos los profesionales de la educación aceptan este enfoque, ya que muchos propugnan un método “constructivista” que hace hincapié en el aprendizaje autónomo a través del descubrimiento.
Lo esencial es determinar hasta qué grado se deben estructurar los métodos pedagógicos, en función de las aptitudes de los educandos y de los objetivos de los planes de estudios. Fuente: Libro de Educación para todos “El imperativo de la calidad” de la UNESCO.