Equilibrio entre las materias
En la medida en que los objetivos y finalidades del programa se tienen en cuenta en las materias enseñadas en las escuelas, surge un debate sobre cómo se han de definir las materias, cuántas se deben enseñar y cuál es el tiempo lectivo que ha de asignarse a cada una de ellas.
En la práctica, el número de materias o áreas de materias enumeradas en los planes de estudios oficiales del mundo entero han cambiado relativamente poco en los dos últimos decenios. Sin embargo, su composición sí parece que está cambiando, especialmente con la incorporación de “nuevas” materias relacionadas con la salud, los derechos humanos, el medio ambiente y la tecnología, que se diferencian de las materias “fundamentales”, directamente relacionadas con el aprendizaje de la lectura, la escritura y la aritmética.
La enseñanza y el aprendizaje de la lectura y escritura siguen siendo elementos centrales del plan de estudios básico. La alfabetización es un instrumento esencial para dominar las demás materias.
También es un buen instrumento para predecir los logros del aprendizaje a largo plazo. Se debe considerar, por consiguiente, que la lectura y la escritura constituyen un ámbito prioritario en los esfuerzos encaminados a mejorar la calidad de la educación básica, en particular por lo que se refiere a los educandos de medios desfavorecidos. Fuente: Libro de Educación para todos “El imperativo de la calidad” de la UNESCO.