Lucha contra la corrupción

Varios estudios realizados en el último decenio han destacado las nefastas repercusiones de la corrupción en el desarrollo. Es necesario efectuar una distinción entre fraude y corrupción.

El fraude es una infracción relativamente menor de las reglas establecidas que suele ser producto de la necesidad, por ejemplo el caso de un docente mal pagado o retribuido a destiempo que a veces no acude a clase porque trata de obtener ingresos suplementarios en otra parte.

La corrupción es mucho más grave. La descentralización, la privatización y la contratación exterior de prestaciones han creado nuevas posibilidades de corrupción.

Las prácticas corruptas pueden comprender defraudaciones y estafas en la construcción de escuelas y el suministro de libros de texto, el abultamiento de las nóminas, los sobornos para obtener plazas en las escuelas o buenos resultados en los exámenes, y el nepotismo en el nombramiento de los docentes.

Entre las medidas y estrategias de probada eficacia contra la corrupción figuran:

– la adopción de reglamentaciones, acompañada de un reforzamiento de la capacidad institucional para imponer su cumplimiento;
– y una mayor apropiación del proceso de gestión. Se puede alentar a las comunidades a que ejerzan presiones sobre las autoridades.

Muchos de los ámbitos de la política de educación tratados en el presente capítulo reflejan prácticas del mundo entero. Los conceptos clave son la comprensión de la diversidad de las necesidades de los educandos y el apoyo a las reformas centradas en la mejora de la enseñanza y los resultados del aprendizaje (contenidos pertinentes, tiempo lectivo suficiente, enseñanza estructurada en clases centradas en los niños y evaluación).

Es fundamental apoyar a los docentes y garantizar una buena administración de las escuelas.

Estas estrategias no sólo deben integrarse en una visión a largo plazo de la educación que sea sólida, coherente e inspirada por un
conjunto común de conocimientos, sino que además tienen que apoyarse en una firme determinación política y recursos suficientes. Fuente: Libro de Educación para todos “El imperativo de la calidad” de la UNESCO.