Investigación y Didáctica

El objetivo principal de una investigación es construir conocimiento científico. En este sentido, se suele hablar de investigación como un proceso para indicar que supone una serie continua de operaciones que se enlazan entre sí y no están separadas por límites rígidos.

Si bien en este proceso se reconocen varias etapas que generalmente se ubican en una determinada secuencia, estas etapas son flexibles y el cumplimiento del plan de trabajo requiere avances y retrocesos.

A lo largo de este proceso, se reformulan los problemas estrechando el campo a estudiar, se redefinen los conceptos o se amplía la perspectiva del problema a medida que se profundiza en el conocimiento de la realidad estudiada.

Según Cronbach (1973), la importancia de la investigación educativa reside en lasconceptualizaciones que genera. En la misma línea, Gibaja (1993) señala que la forma en que conceptualizamos los temas y los problemas a estudiar prefigura la orientación que daremos al proceso de investigación.

Más aún, “la calidad de una teoría depende a tal punto de la calidad de sus conceptos que Kaplan (1964: 53) llamó a esta característica de la ciencia la paradoja de la conceptualización: una buena teoría es necesaria para elaborar conceptos significativos pero, a la inversa, si los conceptos son pobres, la teoría también lo será.

Cuando los conceptos poseen un contenido rico y sus significados han sido explorados en profundidad, nos sentimos más seguros de que nuestra indagación y conclusiones no serán triviales” (Gibaja, inédito).

Los conceptos elevan el nivel intelectual con que pueden ser analizados los temas educa-tivos y le dan solidez a las teorías que se enuncian. De hecho, uno de los problemas más graves de la investigación educativa está vinculado con la ambigüedad conceptual de muchos de los conceptos que utilizan los pedagogos para referirse a su obj eto de estudio (Zarazaga, 1979; Smith y Ennis, 1971; Kneller, 1969).

En relación con la Educación Infantil en particular, pareciera ser necesario avanzar en la construcción de conceptos que permitan comprender algunos problemas específicos del área como, por ejemplo:

– el impacto de la diversidad de grados de formalización de las ofertas de enseñanza;
– la evaluación del aprendizaje;
– la definición de qué se enseña, específicamente en las salas de niños menores de 3 años;
– los criterios para definir la calidad de la educación;
– el modo en que transmiten los valores y se construye la identidad personal;
– la problemática del género; la integración de niños con necesidades educativas especiales y las políticas de inclusión; etc.

Ahora bien, construir una didáctica específica para la educación de niños menores de 6 (seis) años requiere no sólo “ describir” buenas prácticas sino, también, iniciar un proceso investigativo sobre estas prácticas.

Desde el qué investigar, se necesita dotar a la didáctica de conceptos y nuevas interpretaciones que nutran el campo teórico y permitan comprender las formas de enseñar a niños pequeños. Situándonos en el para qué investigar, es necesario elaborar “constructos” teóricos que nutran una nueva agenda (Litwin, 1998) para pensar las prácticas de enseñanza en la educación infantil y permitan superar la organización disciplinar que se ha insta-lado y que no da cuenta de la especificidad propia de las formas de enseñar en la educación inicial.

Con esto, al menos en el campo de la infancia, podría superarse el “sentido común” con el que suelen pensarse los espacios y las actividades que se les proponen a los niños y se avanzaría en torno a las preocupaciones relativas a la calidad de la educación que se brinda.

Con respecto al cómo se investiga, reconociendo el qué y teniendo en claro el para qué, en el punto siguiente trataremos de enunciar algunas características que asume la investigación didáctica en el marco de los debates actuales y a partir de un ejemplo. Fuente: Libro de grandes temas para los más pequeños de la OMEP