El trabajo y la escuela
No se ha puesto todavía fin a la controversia en torno al papel que desempeña el trabajo en la vida de los niños. Se producen tensiones relacionadas con el grado en que el trabajo prepara para la vida y, por otra parte, impide o dificulta gravemente alcanzar resultados escolares razonables.
No se ha llegado a un consenso sobre si existen formas de trabajo que son aceptables y que puedan desarrollarse junto al derecho a la educación, o si biendebe prohibirse todo trabajo infantil durante los años de escolarización obligatoria.
La Convención sobre los Derechos del Niño deja claro que se debe proteger a los niños de todas las formas de trabajo que son perjudiciales para su desarrollo o que obstaculizan su instrucción.
El Convenio núm. 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) enumera las peores formas de trabajo infantiles y deja claras las obligaciones de los gobiernos de proteger a todos los niños frente a ellas.
Los gobiernos deben promulgar leyes e instaurar políticas que garanticen esas protecciones. También les corresponde velar por que se imparta una enseñanza que ofrezca una alternativa viable al empleo por su calidad y pertinencia; implantar políticas que combatan la pobreza y la inseguridad de los medios de sustento que obligan a muchos niños a trabajar y hacer que la educación sea lo bastante flexible e integradora como para que puedan cursar estudios los niños que no tienen más remedio que trabajar. Fuente: Libro de Un enfoque de la educación para todos basado en los derechos humanos de la UNESCO