El aprendizaje y la evaluación basados en los derechos humanos

Tan importante como lo que aprenden es la manera en que se da a los niños la posibilidad de aprender. Los modelos tradicionales de escolarización que hacen callar a los niños y los perciben como destinatarios pasivos no son compatibles con un enfoque de aprendizaje basado en los derechos humanos.

Se debe respetar la autonomía de los niños y los jóvenes, a los que se debe reconocer a condición de contribuyentes activos a su propio aprendizaje, en lugar de tratarlos como a destinatarios pasivos de la educación.

También se debe respetar las aptitudes, en evolución y diferentes, de los niños y reconocer que los niños no adquieren competencias y conocimientos a edades fijas ni predeterminadas.

En la enseñanza y el aprendizaje deben intervenir diversas metodologías interactivas para crear entornos estimulantes y participativos. En lugar de limitarse a transmitir saberes, los pedagogos que intervienen en la creación o el reforzamiento de oportunidades de aprendizaje deben facilitar el aprendizaje participativo.

Los entornos de aprendizaje no deben ser hostiles al niño y tienen que propiciar el desarrollo Óptimo de las capacidades de los niños.

La evaluación de los resultados del aprendizaje es vital. Las pruebas o exámenes permiten a las escuelas determinar las necesidades de aprendizaje y concebir iniciativas específicas para prestar apoyo a determinados niños.

Con el análisis de los resultados, los gobiernos pueden valorar si están alcanzando los objetivos que se han fijado en el terreno de la educación y ajustar según proceda la política y los recursos. La difusión de los resultados es un aspecto necesario de la rendición de cuentas y la transparencia en la educación y facilita los debates sobre la calidad de ésta.

Al mismo tiempo, el compromiso de realizar los derechos de los niños a desarrollar óptimamente sus capacidades entrada la necesidad de métodos inteligentes y constructivos de evaluación y supervisión de la labor desarrollada por los niños, que tomen en cuenta sus distintas capacidades y no discriminen negativa-mente a los que tienen necesidades de aprendizaje especiales. Fuente: Libro de Un enfoque de la educación para todos basado en los derechos humanos de la UNESCO