Qué hay que evaluar en la docencia

Puesto que el decreto establece la aplicación de pruebas acumulativas al término de las secuencias de aprendizaje¿qué cualidades deben presentar estas?

Una de las primeras cualidades requeridas para toda prueba de evaluación es su validez, es decir, su capacidad de medir en realidad lo que pretende evaluar; en este caso, las competencias, y no, por ejemplo, conocimientos o procedimientos.

Por tanto, con absoluta lógica, las pruebas de evaluación serán, como los dispositivos de aprendizaje, tareas finalizadas y contextualizadas.

Así, todo dispositivo de aprendizaje fundado sobre la resolución de una situación-problema puede, en ausencia de todo apoyo, ser una prueba de evaluación y viceversa. Por ello, dicho sea de paso, las pruebas producidas por la Comisión de los Instrumentos de evaluación deberán, inevitablemente, tener un efecto “modelizante” sobre el aprendizaje.

Sea como fuere, vista la complejidad inherente a una tarea, el éxito o el fracaso de su resolución puede deberse a:

a) La incapacidad de orquestar recursos aunque estén bien presentados.

La falla en el resultado de esta tarea podría tener su origen no en la ignorancia de las relaciones trigonométricas (seno, coseno, tangente y cotangente), sino en la incapacidad del alumno para establecer el nexo (la analogía) entre la situación que se le ha propuesto y el triángulo rectángulo en el cual se han estudiado esas relaciones.

b) La falta o la insuficiencia de dominio de los recursos.

En historia, si el alumno, en el contexto del estudio de la crisis económica de 1930, debe elaborar una síntesis relativa a los argumentos utilizados por los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, el dominio de los conceptos de Estado, de intervencionismo, de liberalismo y de socialismo constituye un requisito previo a la redacción de la síntesis exigida.

Para ser válida, una evaluación deberá dar indicaciones tanto sobre los recursos como sobre su orquestación. No puede limitarse a:

– medir solamente los conocimientos y el saber-hacer y considerar que su suma equivale a la competencia, y
– medir solamente el resultado del proceso y dejar implícito todo error causado por una falta de dominio de los útiles.