Recolección de información por el periodista
A veces la información de antecedentes es esencial para dar un significado más profundo a la historia. Por ejemplo, en el artículo sobre las balsas salvavidas, Eric Nalder incluyó el dato de que el agua donde los transbordadores navegan en enero es tan fría que puede causar la muerte de una persona en menos de media hora.
Ese es justamente el tipo de información que los reporteros buscan cuando investigan una historia, ya sea antes de salir de la sala de redacción o sobre la marcha, a medida que surgen las preguntas.
Otros son bases de datos e informes que habría sido mucho más difícil obtener en la época anterior a la Internet, pues para eso era necesario ir personalmente a una biblioteca o un edificio del gobierno.
Otras más son recursos que poca gente habría imaginado hace dos decenios, cuando la Internet estaba en ciernes: motores de búsqueda, blogs, chat rooms y listas de correo electrónico.
Todos esos recursos son útiles para los periodistas cuando recopilan los antecedentes de una historia. Pero uno de los instrumentos de investigación más fundamentales no ha cambiado en un siglo: la biblioteca de la organización de noticias donde las historias ya publicadas o transmitidas son recopiladas.
Si esos “recortes” se conservan en documentos guardados en archiveros o en archivos de computadora, son un punto de partida útil para todo tipo de artículos.
El reportero designado para escribir la historia deseará conocer algunos datos básicos: edad del personaje, causa de la muerte y dónde falleció.
Pero también es posible que le interese cierta información sobre el tiempo que estuvo en el cargo y qué cambios hubo en el país a raíz de su presidencia. Un primer paso consistiría en consultar reportajes de noticias anteriores, ya sea en el archivo del periódico o en línea.
Hacer una entrevista sin haber realizado una investigación de antecedentes es tanto como conducir un automóvil hacia un lugar desconocido sin consultar un mapa.
Fuente: Manual de periodismo independiente de Deborah Potter