El periodismo en línea
Según Jonathan Dube, la redacción para sitios en línea es un híbrido entre el texto impreso y el texto para los medios electrónicos.
Él afirma que el estilo breve y simple que los noticiarios prefieren hace que la redacción en línea sea más fácil de seguir. Pero agrega que demasiados sitios Web pasan por alto las reglas básicas de la buena redacción.
El jefe de información de un canal de televisión, Scott Atkinson, dice que su mejor consejo a los que escriben para la Internet es que lo hagan como si redactaran un mensaje de correo electrónico para un amigo.
La introducción debe dar al lector una buena razón para seguir leyendo; de lo contrario, es probable que opte por elegir otra noticia.
Las historias en línea suelen ser más cortas que en los periódicos. Una buena guía consiste en limitar las historias para Internet a unas 800 palabras y tratar de que todo quepa en una página.
En varios estudios se ha observado que los lectores están dispuestos a recorrer todo un texto en línea; así pues, no es necesario obligarlos a pasar a otras páginas para seguir leyendo la historia.
Pero para que el texto sea más fácil de asimilar, Dube sugiere que cuando el escritor redacte algo que será publicado en línea es preferible que lo divida en más bloques y use más subtítulos y enumeraciones para separar sus ideas, que cuando escribe para los medios impresos.
El periodismo en línea puede permitir que los lectores respondan en forma inmediata y directa al escritor o editor por correo electrónico o incluso en un chat en vivo.
Además, muchos sitios proveen espacio para que el lector deposite sus comentarios u opiniones y que otras personas los puedan leer y le respondan.
En Estados Unidos, la Radio Pública de Minnesota (MPR) solicita colaboraciones para presentarlas tanto en radio y TV como en línea.
Se pide a los oyentes que llamen por teléfono o usen el correo electrónico para enviar información adicional. Las historias presentadas en el sitio Web de MPR muestran un enlace titulado “Ayúdenos a cubrir esta noticia”, para que la audiencia agregue sus comentarios y conocimientos.
Por el contrario, el buen reportero de fuente se convierte en traductor e intérprete, pues hace que la información que en otras condiciones resultaría confusa sea accesible para el público en general.
Es raro que se asignen fuentes en las salas de redacción más pequeñas, pues en ellas se espera que cada uno de los reporteros cubra todo tipo de noticias. Según sea la composición de la comunidad, un reportero puede ser asignado para cubrir fuentes tales como el medio ambiente, los ancianos o la educación.
Los reporteros de fuente tienen una responsabilidad básica: estar siempre al tanto de las noticias en el área de su especialidad. Se espera que cubran las historias que surjan en su fuente –reuniones, informes impresos o publicados en Internet y otros eventos de rutina–, pero también están a cargo de buscar noticias fuera de lo común.
Los reporteros de fuente elaboran historias gracias a su espíritu emprendedor y cultivando relaciones con informantes que los mantienen al tanto de lo que sucede en realidad, no sólo en público sino también tras bambalinas.
Ellos producen gran variedad de historias, desde noticias sensacionales hasta análisis de interés.
Fuente: Manual de periodismo independiente de Deborah Potter