Diagnóstico y tratamiento farmacológico de esquistosomiasis
Descripción
La esquistosomiasis (antiguamente llamada bilharziasis o bilharziosis) es una enfermedad parasitaria, relativamente común en los países en vías de desarrollo. La forma más común de infectarse es a través del baño en lagos y charcas infestadas del Schistosoma. Los niños entre los 3 a 12 años son los principales diseminadores del parásito.
El mecanismo de transmisión es a través de los huevos viables que son eliminados con las heces humanas.
La puerta de salida es el ano y la puerta de entrada: la piel. Es una parasitosis fundamentalmente de áreas rurales y zonas marginales con condiciones sociales y económicas precarias poco saneamiento y bajo control ambiental.
La mayoría de las infecciones son asintomáticas, pero no todas: la fiebre de Katayama por esquistosomiasis aguda incluye dolor abdominal, tos, diarrea, eosinofilia, fiebre, fatiga y hepatoesplenomegalia.
Ocasionalmente se producen lesiones del sistema nervioso central por el depósito de huevos de esquistosoma en el cerebro (S. japonicum) o en la médula espinal (S. mansoni y S. haeatobium, llevando a la mielitis e incluso a la paraplejia fláccida). La infección continuada puede causar reacciones granulomatosas y fibrosis en los órganos afectados.
El diagnóstico se orienta con el interrogatorio deduciendo el posible contacto con agua de zonas endémicas o de alto riesgo. El principal foco de prevención es eliminar los caracoles acuáticos que son reservorios naturales (géneros Biomphalaria y Oncomelania).
Esto puede conseguirse prohibiendo el baño o el consumo de agua con poblaciones de dichos caracoles. El vertido de acroleína, sulfato de cobre u otros compuestos ayuda a eliminarlos del agua.
Medicamentos
Auxiliares de diagnóstico
– Coproparasitoscópico.
Fuente: Catálogo universal de servicios de salud (CAUSES) 2012