Los virus
Los virus son mucho más pequeños que las bacterias. Sólo son visibles con un microscopio muy poderoso, llamado microscopio electrónico.
Cuando están aislados, los virus son incapaces de reproducirse.
No se multiplican hasta que han podido penetrar en otra célula viviente en donde pueden aprovechar los recursos energéticos y metabólicos: son parásitos intracelulares obligados.
Los virus parasitan tanto a los animales como al hombre.
Entre los virus, muchos son responsables de enfermedades más o menos graves como la hepatitis viral, la rubéola, la viruela, la rabia, etc.
Por ejemplo, la hepatitis A o hepatitis endémica se transmite por el agua, por los alimentos que han tenido un tratamiento de calor rápido y superficial (huevos a la copa, alimentos congelados, secos, poco cocidos o recalentados de forma insuficiente).
Los mariscos, las moscas, las manos sucias y todo lo que entre en contacto directo o indirecto con las heces de los enfermos son igualmente posibles formas de transmisión.
El agente infeccioso es un virus que entra por la vía oral, pasa a la sangre y se instala en el hígado.
La enfermedad puede ser grave, especialmente durante el embarazo. Después de una fase de ictericia, que puede presentarse o no, puede desembocar en una cirrosis hepática.
Fuente: Buenas prácticas de higiene en la preparación y venta de los alimentos en la vía pública en américa latina y el caribe, FAO