Recursos expresivos en un póster científico

Para elaborar el póster podemos recurrir a todos los recursos que las técnicas y programas de edición ponen a nuestra disposición, siempre buscando aquellos que sean más directos y, en consecuencia, sirvan para poner de manifiesto el contenido del trabajo, lo organicen de forma armónica y atraigan la atención de los interesados.
Los Medios gráficos más empleados son:

Títulos

Son elementos de la composición que sirven para situar al receptor dentro de la materia y el contenido que estamos tratando. También pueden servir como conclusión sintética de todo el contenido. En cualquier caso, deben ser una llamada de atención a los interesados.

Subtítulos

Son más pequeños que los títulos y entre sus funciones está la de completar a estos. Además, hacen más dinámica la composición, la secuencian y dan entrada a los diferentes apartados. Son muy útiles como vectores del contenido y facilitan la lectura rápida.
Una buena estructura presenta como característica fundamental la materialización del plan por medio de títulos y subtítulos, evitando aquellos que sean demasiado generales o manidos. Estos deben ser:

  1. Explícitos. Deben permitir al lector conocer a la primera impresión de qué se trata exactamente el texto que va a leer.
  2. Breves. Una sola palabra es lo ideal. Seis palabras pueden ser un epígrafe aceptable. Más de una línea puede ser excesivo.
  3. Comprensivos. Que sean entendidos con facilidad por los lectores y que se refieran a toda la información a la que aluden.
  4. Mutuamente excluyentes. El lector sabrá exactamente en qué punto se encuentra la información que busca y en cuál no.
  5. Ordenados lógicamente. Cualquier ordenación puede ser lógica, siempre y cuando obedezca a un criterio determinado y estable.

En definitiva, son preferibles unos títulos adaptados al asunto y que incorporen las opciones elegidas. La técnica de lectura rápida debe proporcionar una adecuada visión global de un solo vistazo. Por ello, cada apartado del póster y cada ilustración deben tener un título.

Ilustraciones y figuras

Son formas de expresión gráfica (dibujos o imágenes de ordenador), con distinto grado de iconicidad, que complementan la información o aclaran aspectos difíciles de explicar utilizando únicamente texto. También son informaciones visuales que redundan o sustituyen a la información escrita. Pueden ser gráficas (tartas, barras, etc.), tablas, pictogramas, esquemas, planos, organigramas, dibujos, estampas, grabados o cualquier otro recurso expresivo gráfico.

Las tablas y gráficas son muy importantes como sistemas de representación de datos objetivos que si están bien expresados con sus correspondientes títulos, leyendas y pie de gráfico se entenderán sin dificultad. Además, si son en color, añaden impacto e interés a la información. Las representaciones en 3-D, aunque son muy fáciles de hacer con los programas actuales de elaboración de gráficas, pueden resultar más difíciles de entender y menos claras que las de dos dimensiones. Los diagramas, dibujos y elementos similares deben ser claros y concisos, sin detalles innecesarios. [Piñeiro (1998) 118].

Pero también debemos considerar que estos recursos expresivos tan importantes, que representan visualmente en poco espacio gran cantidad de datos, deben ser percibidos a distancia e interpretados por los observadores sin ayuda del autor. Para ello:

  1. Las tablas llevarán una cabecera que indique lo que contienen y la fila y columna de los enunciados debe distinguirse de las que presentan los datos.
  2. Todos los gráficos llevarán rótulos en los ejes, en letra minúscula y escritos horizontalmente.
  3. La leyenda del gráfico es un complemento fundamental para entender y analizar el contenido.
  4. Los signos que aparezcan deben ser identificados por la audiencia y lo suficientemente grandes como para que sean leídos sin dificultad. Al menos 24 puntos.
  5. Un pie de página puede ayudar a la interpretación del contenido de estos recursos.

Las viñetas o tiras son dibujos simples o caricaturas que constituyen una llamada de atención a los lectores sobre algún tema, ofreciendo una interpretación subjetiva de éste. Pueden completar un contenido tener entidad propia.

Fotografías

Tienen funciones parecidas a las ilustraciones y viñetas pero con imágenes con un mayor grado de iconicidad. Son un material muy abundante y fácil de obtener, pues cualquier imagen impresa se puede escanear e incorporar al póster. También se puede encontrar gran cantidad de material fotográfico en Internet donde los grandes buscadores ofrecen un servicio específico de búsqueda de imágenes. Por último, las modernas cámaras fotográficas digitales permiten obtener fotografías de manera sencilla y con unos elevados niveles de calidad.
No obstante, para que los detalles de la fotografía se puedan apreciar a distancia, éstas deben ser suficientemente grandes. Por ello, a la hora de seleccionar el material fotográfico debe primar aquel que tenga una resolución espacial lo suficientemente grande como para que se pueda ampliar al ancho de las columnas del póster. Esto, con las imágenes procedentes de Internet casi nunca es posible, por lo que muchas imágenes no podremos usarlas.

Pie de gráficos, de figuras o de fotografías

Cumplen un papel fundamental para completar e interpretar el sentido de las ilustraciones. La imagen, por su cualidad polisémica, está sujeta a muchas interpretaciones relacionadas con el punto de vista de los observadores, sus intereses, formación y entorno en el que se contempla la imagen.

Todos estos recursos expresivos deben estar pensados para su lectura a una determinada distancia. Por ello, las letras de los textos tendrán el tamaño suficiente como para que se puedan leer a un metro o metro y medio.

Elementos reales

Cualquier elemento real, si su tamaño lo permite, puede formar parte de una composición (hojas de árboles, plantas, recortes de periódicos, partituras, trozos de plástico, etiquetas…). Es lo que se denomina técnica del collage que nos permite conseguir la máxima iconicidad y el mínimo esfuerzo. No todos los materiales se deben emplear. Sobre todo los que se degradan con el paso del tiempo que pierden su función expresiva y añaden connotaciones ajenas al mensaje, llegando a presentar un aspecto desagradable. En estos casos es preferible utilizar la imagen representada.

En algunos casos, hemos visto una cajita pegada sobre la superficie del póster que hace de dispensador de folletos que resumen el contenido o de tarjetas personales del autor por si, posteriormente, alguien se quiere poner en contacto con él. O si como dice Purrington (2004), el cartel que hemos hecho es muy malo podemos incorporar una bolsa de caramelos para atraer a los visitantes.