Aislamiento

La casa mal aislada sale cara. Un buen sistema de aislamiento se amortiza pronto, porque puede reducir la factura de la calefacción en invierno y de refrigeración en verano. Techos, ventanas, muros y suelos mal aislados despilfarran energía, dinero y confort.

Tipos de aislantes, soportes y niveles de resistencia

Tipos de aislantes, soportes y niveles de resistencia

Cuadro de características

Cuadro de características

  1. Techos. Del 25 al 30%. Zonas críticas: buhardillas, cubiertas y unión de la cubierta sobre el muro.
  2. Ventanales. Del 10 al 15%. Zonas críticas: marcos y cierres sin burletes de aislamiento.
  3. Muros. Del 20 al 25%. Zona crítica: la unión entre el embaldosado y la pared.
  4. Suelos sobre terraplén. Del 5 al 10%. Zona crítica: la unión del suelo y el muro.
  5. Suelos. Sobre sótanos sin calefacción o cámaras. Del 7 al 10%.
  6. Renovación de aire. Del 20 al 25% en la pérdida total de calorías.

Los puentes térmicos son zonas sin aislamiento por donde escapan calor o frescor. Así, los aparatos de calefacción o refrigeración deben consumir más energía para mantener una temperatura confortable.

Hasta el 75% de la factura energética de una vivienda estándar se destina a este capítulo. Un buen sistema de aislamiento, combinado con equipos eficientes, es aliado de la economía y el medio ambiente.

La tecnología ha desarrollado aislantes sintéticos y naturales, específi cos para eliminar los puentes térmicos en zonas críticas de la casa. Son manejables, asequibles y fáciles de instalar. Hay algunos que, además, aislan acústicamente o evitan la condensación.

Fuente: Guía de bricolaje – Leroy Merlin