Organización funcional
Fue concebida por F. W. Taylor para su aplicación en talleres y fábricas, pero posteriormente se ha extendido a la organización general de las empresas. Se caracteriza por la especialización de las actividades que se desarrollan en la empresa.
Cada persona realiza una sola función en la cual es especialista y puede recibir órdenes de varios jefes o superiores, responsables de las diferentes funciones existentes en la empresa.
La organización funcional aporta a las empresas las siguientes ventajas:
– Cada trabajador es especialista en las funciones que desempeña.
– Los jefes adquieren una mayor capacidad de actuación sobre un área limitada.
– Proporciona flexibilidad a la hora de tomar decisiones.
También este tipo de organización puede acarrear inconvenientes como:
– La coordinación resulta sumamente difícil.
– La autoridad fragmentada, la existencia de varios jefes, implica una pérdida de influencia y, además, una posible disminución de la responsabilidad.
– La actuación no suele ser conjunta y con frecuencia es lenta.