Diagnóstico y tratamiento farmacológico de brucelosis
Descripción
Enfermedad bacteriana, infecto-contagiosa, también conocida como fiebre Melitocócica, fiebre de Malta, fiebre ondulante, o fiebre del Mediterráneo, es una zoonosis que afecta a varias especies de mamíferos, domésticos, silvestres y marinos la cual accidentalmente puede transmitirse al humano.
La transmisión de la brucelosis de los animales al hombre comúnmente se lleva a cabo por dos vías, la directa: por contacto con la sangre, heces, orina y tejidos o manipulación de su carne y vísceras, actividades de alto riesgo para los trabajadores pecuarios y sus familias, personal de mataderos, carniceros, médicos veterinarios y laboratoristas, quienes son los que se encuentran en contacto directo con animales infectados.
La vía indirecta: por la ingesta de leche no pasteurizada o bronca o sus productos y derivados que también provienen de animales infectados con Brucella, denominada exposición doméstica por el consumo de lacticinios contaminados con esta bacteria, siendo ésta última la que determina el mayor número de casos registrados en el país.
La intervención incluye auxiliares de diagnóstico como pruebas tamiz (Rosa de bengala) y para la confirmación del caso (SAT y 2 ME), así como tratamiento médico específico (esquemas a, b, c y alternativos) y sintomático (analgésicos, antinflamatorios, protectores de la mucosa gástrica y antieméticos y procinéticos); tanto de primera vez como de control, hasta su alta sanitaria.
Auxiliares de diagnóstico
– Antígeno teñido con Rosa de Bengala, aglutinación en placa para diagnóstico de Brucelosis.
– Antígeno con p – 2 mercaptoetanol, en microplaca, para el diagnóstico de Brucelosis.
Fuente: Catálogo universal de servicios de salud (CAUSES) 2012