Preguntas y memorización
El proceso de construir y corregir las estructuras de conocimiento está guiado por las preguntas que nos hacemos a nosotros mismos. Las preguntas nos permitendetectar lagunas en nuestra memoria. Entre más preguntas nos hagamos sobre un tema, tenemos más índices para ese tema en nuestra memoria, por lo que será recordado con mayor facilidad.
Dado que las preguntas inician el proceso de integración y generalización, impactan la retención de información a largo plazo. Las preguntas generadas internamente dirigen la memoria y aumentan el aprendizaje. Una vez que la memoria genera una pregunta, está lista para aprender porque ya sabe dónde colocar la respuesta que encuentre.
Pero la memoria es lo suficientemente obsesiva para fallar en poner atención a información para la cual no tiene una pregunta, haciendo así muy difícil el aprendizaje de la información que no está buscando. Las preguntas incluyen el tipo de respuestas que permitirán. Estas respuestas nos ayudan a crear generalizaciones capaces de relacionar nuestras distintas experiencias.
Formular preguntas nos lleva a pensar más profundamente sobre nuestras experiencias y, con esto, a elaborar índices más detallados. Entre más detallados sean estos índices, seremos más capaces para utilizar el conocimiento adquirido en un contexto en otro diferente.
Ante los nuevos datos, lo importante es tener un lugar en la memoria para colocarlos. Se adquieren nuevos datos solamente en términos de los datos que ya están presentes en la memoria. La comprensión de asuntos complejos no viene de la memorización de terminología ni de conjuntos de datos de algún listado, sino de la discusión, la imaginación, la manipulación, y en general, de pensarlos.
O™Keefe y Nadel, citados por Cane (1997), hacen una distinción importante entre dos tipos de memoria: la memoria taxonómica y la memoria escénica. La memoria taxonómica puede recordar listados de datos que nos esforzamos en grabar en nuestra mente a través de la repetición o de algún recurso mnemotécnico. Por lo general es cansado y poco estimulante aprender estos listados.
Por su parte, la memoria escénica es espacial/autobiográfica, no requiere repeticiones y permite el recuerdo instantáneo de experiencias. Éste es el sistema que registra los detalles de la cena que tuvimos anoche: podemos recordar con quiénes estuvimos, qué cenamos, sobre qué tema conversamos, etc. Este tipo de memoria siempre está funcionando, no se cansa y se motiva por la novedad.
Autor: Luis Felipe Gómez: Coordinador de la Especialidad en Educación Cognoscitiva y profesor numerario del ITESO.