In search of excellence

Cuenta con detalle los sucesivos pasos que los llevaron a describir los rasgos de las empresas excelentes y a identificar a aquellas que merecían tal título. La cultura de lo hard había desarrollado un conjunto de creencias que limitaban el crecimiento y la rentabilidad de las empresas. Para Peters y Waterman, esas creencias eran las siguientes:

1. Cuanto mayor, mejor. La economía de escala como panacea.

2. Los productores de bajo coste son los únicos seguros ganadores.

3. Hay que analizarlo todo. Para ello contamos con un montón de herramientas.

4. El trabajo del mánager es tomar decisiones. La ejecución es secundaria.

5. Controlarlo todo. Redactar largas descripciones de puestos de trabajo. Desarrollar complicadas matrices organizativas.

6. Si incentivas bien, la productividad sigue.

7. Si puedes leer los informes financieros, puedes dirigir cualquier tipo de empresa.

8. Los altos ejecutivos son más listos que el mercado. Solo hay que preocuparse de que los resultados trimestrales crezcan.

9. Si dejas de crecer, todo se acaba.

Las compañías excelentes rompían con estas creencias y compartían ocho atributos que las habían llevado al liderazgo:

1. Un sesgo por la acción. Aun cuando esas compañías puedan ser analíticas en su enfoque para tomar decisiones, no quedan paralizadas por ello. Se identifica el problema, se analiza, se encuentra una solución y se aplica.

2. Proximidad al cliente. Estas empresas aprenden de los clientes a quienes sirven sus productos.

3. Autonomía y capacidad para emprender. Alientan la toma de decisiones y la asunción de riesgos. Hacen caso a Fletcher Byrom cuando dice: “Asegúrate de que produces un número razonable de errores”.

4. Productividad a través de las personas. Respetan a los empleados, cuentan con la gente.

5. Manos a la obra/Creación de valor. Hay que pisar el terreno para saber lo que ocurre. Hay que arremangarse, para así transmitir de verdad los valores de la organización.

6. Zapatero a tus zapatos. El mensaje es muy simple: nunca adquieras un negocio que no sepas manejar.

7. Forma sencilla, plantilla ajustada. Las formas estructurales de las compañías excelentes son muy sencillas. La alta dirección es reducida.

8. Apretar y aflojar simultáneamente. Centralizar y descentralizar. Dar autonomía en planta y controlar los valores nucleares.

Fuente: Libro El canon del Management por Alfonso Durán-Pich