Reengineering the corporation
La filosofía es muy simple: las empresas están organizadas por funciones y deben estarlo por procesos. Las funciones operan separadamente y olvidan la globalidad. Cada una defiende su territorio y nadie tiene visión de conjunto.
Si analizamos la empresa como un modelo de flujo, podremos distinguir aquellos procesos que forman parte del núcleo del negocio, de aquellos otros que resultan periféricos. Nuestros autores aconsejan: no caigan en el error de tratar de automatizar los procesos periféricos. Solo basta con eliminarlos de la cadena y trasladarlos al exterior (la subcontrata). Ganaremos en coste, calidad y servicio. Nos cobrarán por servicio prestado y no por tiempo de dedicación.
En cuanto a los procesos clave, hay que aligerarlos tanto como sea posible. Hacer un esfuerzo para hacerlos claros y comprensibles. Luego vendrá la eficacia.
La “reingeniería” ha sido etiquetada como “el malo de la película”, por el impacto que su ejecución ha tenido sobre la disminución de plantillas o downsizing. Pero es exagerado pasarle un cargo exclusivo por tal hecho; sería cínico no reconocer que cualquier mánager profesional trata de reducir el costo de la mano de obra o de mejorar el índice de productividad de cada empleado.
Fuente: Libro El canon del Management por Alfonso Durán-Pich