The Balance Scorecard
La idea es vincular el control de resultados a la estrategia de la compañía. Y no simplemente a la estrategia a corto (la ejecución del plan anual), sino también a la estrategia a largo, a la que trata de mejorar el valor patrimonial de la empresa.
El código usado (Balanced Scorecard) así lo expresa. Es un “cuadro de mando equilibrado” o, si se quiere, un cuadro de mando integral. Muchas estrategias acaban fracasando porque fallan en su proceso de implementación. Los empleados carecen de las herramientas necesarias para trasladar la estrategia de la empresa a unos planes de acción que la hagan realidad. Y es que los planes de acción, sin un sistema elaborado de medición, sirven de muy poco. El Balanced Scorecard pretende cubrir este hueco.
Siempre han existido “cuadros de mando”. Pero, en general, los cuadros de mando tienen dos limitaciones: son básicamente financieros y miden únicamente los resultados a corto. El Balanced Scorecard utiliza una medida de rendimiento integral para controlar y reajustar la estrategia. Además de la perspectiva financiera, incorpora la del cliente, la de las operaciones internas y la de la innovación y el aprendizaje. El Balanced Scorecard permite dimensionar financieramente los resultados no financieros, que son los que de verdad conducen al éxito a largo plazo de la empresa.
Fuente: Libro El canon del Management por Alfonso Durán-Pich