Pensar con beligerancia
La simplicidad permite concentrarnos en una sola cosa. Al mismo tiempo, al concentrarnos en una sola cosa nos resulta más fácil conseguir la simplicidad. Provocar la guerra con Intel, como hizo Apple, fue muy efectivo para conseguir que la gente se concentrara en una sola cosa: considerar el Mac como una alternativa seria al PC.
Era el año 1998. Sobre la mesa de la sala de juntas, delante de Steve, estaba la nueva campaña publicitaria con la que había que hacer algo más que provocar el asombro de muchos. Sobre dos páginas de un periódico estaba la imagen gigante de un caracol, cargando a su espalda con el que en aquel momento era el PC que llevaba el chip más rápido de Intel. Por si no fuera bastante insultante, el anuncio era la secuela de un anuncio de televisión ampliamente difundido por las principales cadenas. El fundamento eran los últimos informes de ingeniería en los que se encontraba la información necesaria para demostrar que el nuevo chip que llevaba el Power Mac G3 era mucho más rápido que el de Intel.
En Apple sabían perfectamente que Intel tendría varias opciones para responder, y la demanda judicial era la opción número uno. Pero también sabían que Intel iba a pensárselo mucho antes de decidirse a tomar alguna medida legal, ya que no serviría para nada más que para dar más publicidad a Apple.
Los anuncios del caracol no fueron más que el disparo de salida de la guerra unilateralmente declarada contra Intel. El equipo creativo que estaba detrás del anuncio imaginó dos nuevos ataques: Burning Bunny, en el que literalmente se achicharraba a uno de los hombrecillos de Intel, los coloridos y trajeados personajes que la compañía había utilizado en sus propios anuncios; el otro era el Steamroller, en el que aparecía una apisonadora destruyendo una hilera de portátiles, como representación del poder que tenía el PowerBook de Apple para acabar con el PC.
Los partidarios del PC se sintieron ultrajados, pensaban que Apple estaba falseando los datos. Por su parte, Intel respondió solo colgando los resultados de sus propias pruebas en su página web para refutar las afirmaciones de Apple. Steve consideraba la misión cumplida. Estaba demostrando la capacidad técnica de Apple y mostrando al mundo que la compañía iba a luchar más que nunca. Las grandes revoluciones estaban por llegar, empezando por la del iMac.
Fuente: Libro Increíblemente simple por Ken Segall