El proceso operativo
Las organizaciones en las cuales predomina una cultura de la ejecución tienen un proceso operativo robusto basado en un plan que vincula la estrategia y el personal con los resultados.
El proceso estratégico indica en qué dirección debe desarrollarse un negocio, mientras que el proceso del personal debe garantizar que se cuenta con unos empleados capaces de mover la organización en dicha dirección. El proceso operativo sirve para indicar el camino al personal de una organización. Este proceso transforma metas a largo plazo en objetivos a corto plazo.
Un plan operativo está integrado por programas previstos para cumplirse en un año con el fin de alcanzar los niveles deseados de los objetivos, tales como ganancias, ventas, márgenes y el flujo de efectivo. Entre estos programas pueden aparecer los lanzamientos de productos, el plan de marketing, el plan de ventas, el plan de producción o el plan de productividad. Los supuestos de estos planes se encuentran asentados sobre la realidad y se someten a debate entre el personal financiero y los líderes responsables de la ejecución.
En lo que respecta a un plan operativo, la responsabilidad del líder estriba en supervisar una transición sin fisuras entre la estrategia y las operaciones. Para ello, debe establecer objetivos, vincular los detalles del proceso operativo con el personal y el proceso estratégico y llevar a cabo revisiones operativas que unen al personal en torno del plan operativo. No obstante, su presencia e implicación no son suficientes, sino que es precisa la de todos para diseñar un plan operativo.
Fuente: Libro La clave de los negocios está en la ejecución por Ram Charan y Larry Bossidy