Saber marcharse a tiempo
Todas las organizaciones, cuentan con una serie de valores explícitos o implícitos que actúan como principios fundamentales por los que se guían sus miembros. El significado y el entendimiento compartido de estos valores ayudan a sus miembros a conocer las expectativas que se tienen de su comportamiento profesional y a saber cómo actuar ante exigencias contradictorias.
La principal cuestión relacionada con los valores y el desafío potencial que implican es determinar si se está de acuerdo con ellos. En otras palabras, cada uno, en su fuero interno, debe preguntarse si de verdad quiere trabajar para una empresa en cuyos productos, servicios, modelo de negocio, cultura o decisiones tomadas por su liderazgo no se cree.
La correspondencia entre los valores personales y los valores de la empresa, cuando se da, hace a la gente más responsable, aumenta su rendimiento, inspira mayor seguridad y confianza en uno mismo y ayuda a que las decisiones que se toman sean más efectivas.
Fuente: Libro “La verdad sobre la gestión del cambio” por William S. Kane