Importancia de la estrategia para alcanzar objetivos
La estrategia se diseña habitualmente en forma de objetivos financieros y operativos específicos, cuantificables y limitados en el tiempo. El desglose de sus detalles puede variar dependiendo de la comodidad deseada por la dirección, los plazos y los resultados esperados. Los objetivos estratégicos pueden ser amplios y variados y, en general, se situarán en alguna de las siguientes categorías:
- Mercados. Contemplar las formas de penetrar o expandir los mercados existentes o crear otros nuevos mediante fusiones, adquisiciones, alianzas estratégicas, etc.
- Clientes. La relación con ellos debe ser de colaboración. Debemos proporcionarles continuamente razones atractivas para que se planteen hacer negocios con nosotros; no sólo hay que satisfacer sus necesidades, sino también ser capaces de anticiparse a ellas.
- Productos y servicios que satisfagan los deseos de los clientes y mediante cuya calidad, rapidez, precio, tecnología o innovación la empresa obtiene su ventaja competitiva.
- Procesos empresariales. Se hace necesario considerar vías más efectivas y eficientes de manejar los procesos empresariales, controlar el coste del inventario de la empresa, los trabajos en curso, la calidad y los defectos de los productos y servicios, la gestión de proyectos, etc.
- Personal y sistemas de recompensa. Mejorar las competencias para la gestión general de la empresa, ventas, marketing, tecnología, servicio al cliente, desarrollo e investigación, etc. Identificar y solucionar alguno de los síntomas tempranos del mal funcionamiento interno: alta rotación de los empleados, descenso de productividad o absentismo.
- Tecnologías. Buscar métodos más eficaces para el seguimiento de las iniciativas y la medición del rendimiento.
Fuente: Libro “La verdad sobre la gestión del cambio” por William S. Kane