Nadar contra la corriente

Las investigaciones realizadas en el campo de las ventas muestran que un 73 % de los consumidores dice “no” cinco veces antes de decir “sí”. Otros estudios demuestran que solo un 8 % de vendedores supera que les digan “no” cinco veces o más. Esto significa que un 8 % de personas se hace con el 73 % del negocio, y acaban convirtiéndose en triunfadores dentro de la organización. Lo mismo se puede decir de la mayoría de nosotros y de nuestros sueños; nos rendimos ante el primer “no”.

Una vez hayamos identificado nuestro objetivo y metas, es posible que al empezar a avanzar hacia ellos, no veamos ningún resultado de inmediato y empecemos a pensar que no vale la pena tratar de alcanzarlos.

Franck Dick, el primer entrenador del equipo de atletismo británico durante la década de 1980, esperó mucho tiempo hasta verlos triunfar en la Copa de Europa en 1989, la primera vez que lo lograba un equipo británico.

Cuando los periodistas le preguntaron a Dick cómo lo había hecho, explicó que todo se debía a la preparación y el trabajo hecho años antes. Para explicarlo, contó la historia del bambú chino: “El bambú chino, cuando lo plantas, no hace nada durante el primer año. No sale ni siquiera un brote verde, nada. Lo mismo sucede el segundo año. Y el tercero y el cuarto; sin embargo, al quinto, en el espacio de seis semanas, el bambú crece hasta alcanzar casi los treinta metros. La pregunta es: ¿creció treinta metros en seis semanas o en cinco años? Esto demuestra que la perseverancia compensa”.

Cuando nos hayamos entregado a nuestras metas, sufrir rechazos es inevitable. Tenemos que darlo por sentado, agradecerlo y apreciarlo. Luego, no prestarle más atención y seguir adelante.

Fuente: Pensamiento líquido por Damian Hughes