Diagnóstico y tratamiento de trastornos afectivos

Descripción
Los trastornos afectivos son enfermedades del humor, persistentes y fluctuantes en intensidad a lo largo de la vida, que suelen producir disfunción importante en varias áreas de las actividades cotidianas. Se incluyen para su atención el episodio depresivo, episodios depresivos recurrentes, distimia, ciclotimia y trastorno bipolar en cualquier grupo de edad, con énfasis en niños, adolescentes y en el adulto mayor.

La depresión es un trastorno mental común que se presenta con ánimo depresivo, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o baja autoestima, alteraciones en el sueño o el apetito, astenia y pobre concentración. Estos síntomas pueden llegar a ser crónicos y recurrentes y discapacitar al individuo en sus actividades, responsabilidades y cuidados diarios.

La distimia es una depresión prolongada de estado de ánimo que nunca, o muy rara vez, es lo suficientemente intensa como para satisfacer las pautas para trastorno depresivo recurrente.

Suele comenzar al iniciarse la edad adulta y evoluciona a lo largo de varios años, o bien es de duración indefinida. Cuando el comienzo es más tardío, suele ser la consecuencia de un episodio depresivo aislado o asociarse a pérdidas de seres queridos u otros factores estresantes manifiestos.

La proporción entre las fases recortadas de depresión leve y los períodos intermedios de comparativa normalidad es muy variable. Los enfermos tienen a menudo días o semanas en los que refieren encontrarse bien, pero durante la mayor parte del tiempo (frecuentemente durante meses seguidos) se sienten cansados y deprimidos, todo les supone un esfuerzo y nada les satisface.

Están meditabundos y quejumbrosos, duermen mal y se sienten incapaces de todo, aunque normalmente pueden hacer frente a las demandas básicas de la vida cotidiana. Ciclotimia, en este estado el paciente presenta numerosos episodios depresivos e hipomaniacos durante al menos durante al menos dos años, pero sin cumplir directamente con los criterios de hipomaniaco o depresivo.

Estado hipomaniaco, es un periodo diferenciado durante el cual el estado de ánimo es de manera persistente elevado, expansivo o irritable durante al menos cuatro días y que es claramente diferente del estado de ánimo habitual, puede cursar con: autoestima exagerada o grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, verborrea, fuga de ideas, distractibilidad, agitación psicomotora e implicación de actividades placenteras exageradas.

El trastorno bipolar se caracteriza por la presencia de episodios reiterados (es decir, al menos dos) en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del enfermo están profundamente alterados, de forma que en ocasiones la alteración consiste en una exaltación del estado de ánimo y un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad y en otras, en una disminución del estado de ánimo y un descenso de la vitalidad y de la actividad. A diferencia de otros trastornos del humor (afectivos) la incidencia en ambos sexos es aproximadamente la misma.

Los episodios de manía comienzan normalmente de manera brusca y se prolongan durante un período de tiempo que oscila entre dos semanas y de cuatro a cinco meses. Las depresiones tienden a durar más (su duración mediana es de seis meses), aunque rara vez se prolongan más de un año, excepto en personas de edad avanzada.

Ambos tipos de episodios sobrevienen a menudo a raíz de acontecimientos estresantes u otros traumas psicológicos, aunque su presencia o ausencia no es esencial para el diagnóstico. El primer episodio puede presentarse a cualquier edad, desde la infancia hasta la senectud.

La frecuencia de los episodios y la forma de las recaídas y remisiones pueden ser muy variables, aunque las remisiones tienden a ser más cortas y las depresiones más frecuentes y prolongadas al sobrepasar la edad media de la vida.

Existen herramientas diagnósticas que ayudarán a la evaluación del médico general en el primer nivel, como el inventario de depresión de Beck (BDI), escala autoaplicada para la medida de la depresión de Zung y conde, cuestionario de trastornos del humor (MDQ), la escala de depresión geriátrica de Yesavage, para así poder referir al médico especialista (psiquiatra y psiquiatra infantil y de la adolescencia).

Así mismo, existen escalas para medir la severidad de la depresión tales como la escala de Hamilton para la depresión (HDRS) y la escala para la valoración de la manía por clínicos (EVMAC), entre otras.

Los criterios para la referencia a psiquiatría, psiquiatría infantil y de la adolescencia o psicogeriatría son:

  • Paciente con depresión, que ha recibido en primer nivel de atención manejo psicoterapéutico y farmacológico a dosis terapéuticas por lo menos durante 6 semanas, pero sin mejoría o incluso que empeora,
  • Estado depresivo grave, es decir, con riesgo suicida (ideas e intento) y/o síntomas psicóticos.
  • Manejo previo con diferentes antidepresivos.
  • Pacientes manejados con antidepresivos arriba de dosis terapéuticas sin mejoría.
  • Poblaciones vulnerables (niños, adolescentes, adultos mayores).
  • Comorbilidad (por ejemplo trastornos de ansiedad, consumo de alcohol y drogas de abuso, TDAH, enfermedades médicas no psiquiátricas y trastornos de personalidad).
  • Trastorno bipolar para diagnóstico e inicio de tratamiento.

El tratamiento de los trastornos afectivos es multidisciplinario; para establecerlo en estos pacientes se debe cumplir con la meta del mismo que consiste en: mejorar el estado de ánimo, la calidad de vida, reducir la morbilidad y mortalidad, prevenir heteroagresividad del paciente, aunque frecuentemente las hospitalizaciones son breves, de 15 días, con probabilidad de 1 a 2 por año, dependiendo de la evolución del trastorno y el apego terapéutico.

Medicamentos

trastornos afectivos

Auxiliares de diagnóstico

  • Escalas clinimétricas.
  • Entrevistas diagnósticas.
  • Pruebas psicológicas.
  • Tamizaje de drogas.
  • Niveles séricos de medicamento específico.
  • Biometría hemática completa.
  • Perfil tiroideo.
  • Perfil hepático.
  • Química sanguínea.
  • Electrolitos séricos.

Fuente: Catálogo universal de servicios de salud (CAUSES) 2012