Lenguaje escrito en ordenadores
Antes de elaborar un documento escrito se deben considerar una serie de puntos que ayudan a rebajar los posibles errores en la comunicación:
1. Tener claros los objetivos perseguidos.
2. Determinar las características de los transmisores del mensaje.
3. Concretar las características de los receptores del mensaje.
4. Valorar el “ruido” existente en el sistema.
5. Efectividad del mensaje.
6. Redundancia.
7. Capacidad del canal de transmisión.
Las reglas para el uso del lenguaje en comunicación escrita se deben apoyar en la selección cuidadosa de las palabras, en el modo de usarlas, en la construcción de las frases y del idioma/s empleado. La utilización del lenguaje escrito se podría sintetizar de la siguiente forma:
1. Uso de oraciones cortas.
2. Títulos expresivos y breves.
3. Describir el todo antes que las partes.
4. Uso de oraciones activas.
5. Uso de oraciones afirmativas (excepto para evitar conductas arraigadas).
6. Uso de palabras conocidas.
7. Organización de secuencia temporal.
8. Evitar la ambigüedad (precisión y claridad).
9. Legibilidad.
McCormick propone usar letras negras sobre fondo blanco para textos de instrucciones o advertencia en equipos para una distancia de lectura entre 350-1400 mm; las letras con una relación óptima grueso/altura (G/H) de1/6 hasta1/8:
donde
H= 0,056D + K1 + K2
siendo
H = altura de las letras en milímetros
D = distancia de lectura en milímetros
K1 = factor de corrección según la iluminación y las condiciones de visión como sigue:
k1 =1,5 mm para un nivel de iluminación > de 10 lux y condiciones de lectura favorables.
k1 = 4,1 mm para un nivel de iluminación > de 10 lux y condiciones de lectura desfavorables.
k1 = 4,1 mm para un nivel de iluminación < de 10 lux y condiciones de lectura favorables.
k1 = 4,1 mm para un nivel de iluminación < de 10 lux y condiciones de lectura desfavorables.
k1 = 6,6 mm para un nivel de iluminación < de 10 lux y condiciones de lectura desfavorables.
k2 = factor de corrección según la importancia del mensaje 1,9 mm para situaciones de emergencia.
Fuente: Apuntes de Ergonomía de Pedro R. Mondelo, Enrique Gregori – Pedro Barrau, Ediciones UPC