Dispositivos sonoros
Las características de la información audible se pueden resumir de la siguiente forma:
1. No requieren una posición fija del trabajador.
2. Resisten más la fatiga.
3. Llaman más la atención.
4. Sólo se utilizan para alarmas o indicativos de un máximo de dos o tres situaciones, con excepción del lenguaje hablado que se utiliza para impartir instrucciones.
5. Se pueden utilizar en combinación con dispositivos visuales.
6. Su nivel de presión sonora en el punto de recepción debe estar al menos 10 dB por encima del ruido de fondo.
7. La comunicación oral sin amplificación está en un rango de presión sonora entre 46 (susurro) y 86 (grito) dB, y la audición máxima se obtiene alrededor de los 3400 Hz.
Los dispositivos informativos sonoros se pueden clasificar en timbres, chicharras, sirenas, etc.., además del lenguaje hablado. En su utilización deben considerarse los siguientes aspectos:
1. Para mensajes cortos y simples.
2. Cuando no haya que referirse a ellos posteriormente.
3. Cuando se relacionan con sucesos o eventos en el tiempo.
4. Si implican una acción inmediata.
5 Si el canal visual está sobrecargado.
6. Cuando el lugar está muy oscuro o muy luminoso.
7. Cuando el operario no permanece fijo en un puesto.
Para comprobar la inteligibilidad de la información oral se puede recurrir a pruebas con sílabas sin sentido, si el 95% de vocales y consonantes son bien recibidas se puede decir que la inteligibilidad es normal; para el 80% se permite la comprensión; para el 75% se requiere alta concentración y para menos del 65% hay mala inteligibilidad. Para esto existen tablas de comprobación silábicas por idiomas, dialectos y poblaciones, ya que las diferencias idomáticas son importantes.
También se utilizan tablas y gráficos como el del nivel de interferencia del habla (NIH) que es el promedio del nivel de presión sonora en las bandas de octava con frecuencia central de de 500, 1000 y 2000 Hz. Igualmente existe el método de la interferencia de la comunicación oral (ICO), que correlaciona el ruido de fondo con la distancia y el nivel de presión sonora de la voz (normal, alta, casi gritando, gritando, y exclamación) (Fig. 2.11).
Fuente: Apuntes de Ergonomía de Pedro R. Mondelo, Enrique Gregori – Pedro Barrau, Ediciones UPC